En tu interior

Prem Rawat-Maharaji me ayudó a encontrar en mi interior, lo que siempre estaba buscando en el exterior

Prem Rawat-Maharaji (extractos)

Archivado en: Prem Rawat - Maharaji — Julio a las 2:20 pm el Domingo, Abril 4, 2010

Tu hogar está dentro de ti

“Tu interior alberga una hermosa y dulce realidad que está esperando que la descubras. Es un lugar al cual puedes ir sin que nunca tengas que preguntarte cuándo deberás marcharte.”- Maharaji

¿Es este mundo tu hogar? No. Es un hotel. Ya te han dado la bienvenida y ahora están hablando de la hora de dejar libre la habitación. ¿Es eso bueno o malo? Ni lo uno ni lo otro; es así, sencillamente. Y te lo recuerdan de diferentes modos. El hogar es ese sitio en donde no existe un cartelito detrás de la puerta que indica: “Usted está aquí”. No necesito que me lo digan. Sé dónde estoy.

En este mundo, debes saber dónde estás. Todo te señala: “estás aquí, estás aquí, estás aquí”. Tu jefe te dirá que estás aquí, pero que si te esmeras podrás estar allá. Tus amigos te dicen que estás aquí, pero que serías mucho más simpático si estuvieras allí. Después de comprarte un coche nuevo, vas conduciendo por la autopista y ves que te pasa el modelo de lujo, lo que significa que estás aquí, pero que si hubieras trabajado más, podrías haber estado allí.

Tu hogar está dentro de ti. En tu interior está la consciencia. Tu interior alberga una hermosa y dulce realidad que está esperando que la descubras. Es un lugar al cual puedes ir sin que nunca tengas que preguntarte cuándo deberás marcharte. No tienes que irte. Puedes quedarte un día más y luego otro más. Puedes irte cuando te plazca y volver nuevamente. Puedes regresar una y otra vez sin que nunca debas preguntarte cuándo tendrás que partir.

Sabes que en ese lugar no necesitas luchar. Cuando estás centrado en tu interior, y eso es algo que puedes hacer en la vida, no tienes que luchar. Inténtalo y con sólo intentarlo lo lograrás. Eso es el éxito; no es un umbral, ni una línea, ni el paso final. Lo has intentado y tu éxito radica en el solo hecho de intentarlo. El vacío se habrá llenado. Habrás experimentado una alegría sin igual. Durante ese tiempo tu corazón se habrá colmado de gratitud, y eso es suficiente. No hay reloj ni medida alguna. El corazón se colma de gratitud, yo me lleno de gratitud y me siento agradecido en mi vida. He triunfado. Esto es algo bueno. En vez de vagabundear, he sentido lo que es estar en casa.

Prem Rawat-Maharaji

Gracias Jardinera y Lidia por vuestra amable referencia al libro

Prem Rawat – Maharaji (extractos)

Archivado en: Prem Rawat - Maharaji — Julio a las 11:22 pm el Viernes, Marzo 26, 2010

Vuela. No tengas miedo.

“Qué mejor manera de aprovechar el día que subirse al columpio de la respiración, mecerse en él y volar.”  - Maharaji

Imagina que eres fotógrafo y que estás preparado con la cámara para tomar la fotografía perfecta. La escena más maravillosa está sucediendo justamente a tus espaldas. Gírate. Algunas personas no quieren girarse porque están convencidas de que lo que vaya  a ocurrir, ocurrirá delante de ellos.

Pero yo digo: “La escena más increíble está sucediendo. Sácale una foto”. Algunos se giran cuando ya ha desaparecido y dicen: “¿Ves? Me estabas tomando el pelo. No lo decías en serio”.

No puedes darte el lujo de mirar en una sola dirección creyendo que sabes dónde va a suceder. Dondequiera que ocurra, tú, el fotógrafo, debes estar listo. La vida se manifiesta aquí mismo. ¿En qué otro lugar, si no? Y, si realmente se está manifestando aquí mismo, quiere decir que algo increíble está sucediendo. Aprovecha este momento para ir a tu interior. Cáptalo, aprésalo, cáptalo.

¿Alguna vez has visto cómo trabajan los fotógrafos profesionales? El rollo de película es algo trivial para ellos. En su afán de captar la imagen perfecta, ¿sabes cuántas malas fotos sacarán? Es absolutamente impresionante. “No, no, no, no; ésta quizás. No, no, no, no. Ésta ha salido perfecta. Ya la tengo.” Y eso es lo que importa.

Algunos andan por ahí diciendo: “Bien, veamos. Me quedan sólo cuatro fotos, así que tengo que ser muy cuidadoso al tomarlas”. Es como jugar a la ruleta rusa.

Está sucediendo ahora. Y éste es el momento de cobrar fuerza interior. La gente suele hacerlo cuando muere alguien cercano, pero no sólo se necesita fuerza interior para eso. Tienes que cobrar fuerza interior aunque nadie haya fallecido, cuando el día marcha perfectamente.

Qué mejor manera de aprovechar ese día que subirse al columpio de la respiración y mecerse en él, volar. No tengas miedo; no estés preocupado, no hay nada que temer cuando te meces en el columpio del aliento. Ve a tu interior y siente la serenidad. Regresa a tu hogar, siente la paz, siente la alegría. Déjate conmover una vez más.

Prem Rawat-Maharaji

Es tu elección

Archivado en: Prem Rawat - Maharaji — Julio a las 11:09 pm el Jueves, Marzo 18, 2010

Alguien me dijo que quería paz porque así podría dársela a otros. Pero no puedes dar tu paz a nadie, así como tampoco puedes dar a nadie tu tiempo. No puedes darle ni siquiera cinco minutos más a una persona que se esté muriendo.

La paz es algo muy personal. Es verdad que si tienes paz en tu vida puedes hacer de catalizador para otros, pero no puedes darles paz. Ellos deben encontrar su propia sed, tener su propia comprensión y descubrir esa paz en su interior.

Esa posibilidad siempre está presente en tu vida. Si eres sabio, podrás aprovecharla. A veces la gente cree que la sabiduría es la iluminación. Ven un cuadro antiguo de un santo con una aureola alrededor de la cabeza y piensan: “¡Oh, una persona iluminada!”. Pero la verdadera iluminación es reconocer, y la sabiduría es tomar la decisión de elegir la alegría que hay en tu interior. No se trata de saber lo que va a ocurrir mañana. Los problemas vienen y se van. Si tienes un problema, igual que vino, un día se irá. Las cosas cambiarán y tú también lo harás, pero la pasión por la alegría, por la claridad, permanecerá contigo durante el resto de tu vida.

Mi sed de claridad, de alegría, ha seguido igual desde que era muy pequeño. Todo lo demás ha cambiado, lo que me gusta y lo que no me gusta, lo que como y lo que no como. Todo ha cambiado, pero esa sed sigue igual.

Elige eso en tu vida. Es una elección que tienes que hacer cada día: disfrutar de tu vida. Tienes que venir como una persona libre, sin equipaje, sin miedo, porque si no, no funcionará. Los problemas llegan con formas y tamaños diferentes. A veces cambian de apariencia. Pero, ¿qué es lo que quieres en tu vida? Es una elección que tú tendrás que hacer.

La gente titubea. Yo no puedo hacer nada al respecto porque depende de ti. Para mí, personalmente, la indecisión es una pérdida de tiempo. Voy a contar un cuento sobre la indecisión.

Había una vez un hombre que fue a una feria. Tenía los dientes muy sucios, casi negros. Caminando por allí, llegó a un puesto en el que un doctor vendía una medicina por 15 céntimos. El médico se la mostraba a la gente y decía que si alguien del público tenía los dientes totalmente negros y se lavaba la boca con aquella medicina, sus dientes relucirían de limpios.

El hombre quería la medicina, pero no llegaba a decidirse. Quizá fuese muy cara. No sabía si realmente la quería o no. ¿Funcionaría? Y allí estaba parado, pensando: “¿Debería o no debería comprarla? ¿Debería o no debería?”. Tenía una moneda de cinco céntimos y otra de diez, y empezó a frotarlas una contra otra sin parar. “¿Debería o no debería comprarla? ¿Debería o no debería?”.

Finalmente, se habían vendido todas las botellas menos una. Así que el hombre cogió sus monedas y se las dio al doctor: “Tome. Se la compro”. El médico tomó las monedas y preguntó: “¿Con qué?”. El hombre contestó: “Acabo de darle 15 céntimos”. Y el médico dijo: “Le he observado mientras dudaba si debería o no debería comprarla, y de tanto frotar las monedas las ha desgastado completamente. Ahora ya no valen nada”.

La indecisión es así. Las monedas son nuestro tiempo. “¿Debería o no debería? ¿Debería o no debería?”. Si estás dispuesto a asumir el compromiso de que lo que quieres en tu vida es esa alegría, serás bienvenido. Nunca es demasiado tarde, pero no dudes, porque al titubear estás perdiendo el tiempo.

Cuando el aliento entra en ti —y acaba de hacerlo— nadie puede decir: “Llevo 60 años respirando, así que no pasa nada si no respiro durante las próximas seis horas”. No, eso no es así. Cada aliento es necesario. La alegría y la paz tienen que aceptarse, sentirse y comprenderse cada día. Ésa es la danza. Ésa es la sinfonía de la vida.

Prem Rawat-Maharaji

Para Descubrir Más (vídeo)

Prem Rawat-Maharaji (extractos)

Archivado en: Prem Rawat - Maharaji — Julio a las 11:01 pm el Domingo, Marzo 14, 2010

Ese sonido indescriptible

“Hay magia en nuestro interior. Lo tenemos todo.”- Maharaji

Durante mi estancia en Delhi, alguien me trajo un gran instrumento musical de la India llamado tanpura. Es enorme. Lo coloqué en la mesa, a un lado, y cada vez que pasaba por ahí, sólo con acariciarlo con el dedo emanaba de él un sonido maravilloso, que sonaba y sonaba durante mucho tiempo. Con el simple acto de pasar el dedo por encima de las cuerdas empezaba a resonar. De hecho, no puedo explicar con palabras cómo era aquel sonido.

Y si alguien me hubiera preguntado qué era aquello, ¿cuántas palabras habría necesitado para explicarlo? O tal vez me hubiera limitado a pasar el dedo por las cuerdas para que se produjera, como por arte de magia, el sonido que contiene en su interior.

Nosotros también, al igual que el instrumento, llevamos magia en nuestro interior, lo tenemos todo ahí. Tenemos una cuerda y está afinada. Tenemos todos los elementos que lo harán resonar. Lo único que falta es el tañido que liberará ese sonido indescriptible, para que pueda oírse lo indecible. Ese punteo desata un sentimiento maravilloso, una unión maravillosa. Y eso es lo que tiene que ocurrir en la vida de cada persona.

En cada uno de nosotros también existe un instrumento magnífico esperando a que lo hagamos sonar. Y nuestros propios sentidos – nuestros sentidos internos– no estarán satisfechos hasta que se taña, hasta que se toque. ¿Así pues…? La felicidad, la deseamos, la alegría, la deseamos, anhelamos esa belleza de forma natural. ¿Y qué buscamos? Explicaciones, palabras y fórmulas. Pero sólo se completará la unión cuando podamos encontrar la manera de ir hacia nuestro interior. Entonces se tocarán esos acordes, y el sonido de la alegría, el sonido de la gratitud, el sonido de la felicidad resonará a través de este instrumento. Esa posibilidad está a nuestro alcance.

Ése es el encanto del Conocimiento de uno mismo. Y es lo que está sucediendo. Siempre me fascina, me maravilla cómo se manifiesta este proceso.

Prem Rawat-Maharaji

Prem Rawat-Maharaji (extractos)

Archivado en: Prem Rawat - Maharaji — Julio a las 12:13 am el Jueves, Febrero 25, 2010

Intenta abrirte a tu corazón

“Si quieres alegría en tu vida, auténtica alegría, conecta esta máquina de sentir a lo que es auténtico.”-Maharaji

Tienes una inmensa capacidad de sentir. Si la conectas al mundo, sentirás el mundo. Y lo que sientes es caótico, porque ésa es su naturaleza. ¡Bienvenido al mundo!, así ha sido siempre. Se habla de extraños fenómenos meteorológicos, como la Niña y el Niño. ¿Desde cuándo han existido los cambios climáticos? Hay un documento que data de la época de los faraones.

Un faraón tuvo una vez un sueño: siete vacas gordas seguidas de siete vacas flacas y las siete vacas flacas se comieron a las gordas. El faraón pidió a José que le interpretara el sueño, y José le respondió: “Significa que vendrán siete años de prosperidad seguidos de siete años de hambruna”. “Muy bien”, dijo el faraón, “que todo el mundo haga pan en la época de prosperidad y que lo almacene.” Así pues, cuando llegó la escasez, todos pudieron comer pan.

Bienvenido al mundo. Es caótico, y siempre lo ha sido. Sube y baja, sube y baja. Un día está bien y al otro está mal. Hay algo que llamamos alegría pero, si le quitamos la etiqueta, lo que encontramos es tristeza. No hay nada nuevo, absolutamente nada.

Si quieres alegría en tu vida,  la auténtica alegría, conecta esta máquina de sentir a lo que es auténtico.

La gente es esclava de su mente. La mente pregunta: “¿Qué quieres hacer ahora?”. Te mete en todo tipo de situaciones hasta que acabas gritando, ¡ayúdame! Y entonces te dice: “Arréglatelas sólo”. Tu último pensamiento es “ayúdame” y la mente te responde:“Ya, qué más quisieras… ¡Ni hablar!”.

No olvides que también tienes corazón. ¿Lo sabías? ¿Conoces esa parte de ti que está viva y que funcionaba de maravilla cuando eras pequeño? En aquel entonces funcionaba tan bien porque lo único que hacías era sentir y sentir y sentir. No pensar, sino sentir, sentir y sentir. Y funcionaba, incluso en tus momentos más vulnerables, así era. Pero ahora nos hemos convertido en máquinas de pensar. Pensamos en todo: “¿Existe un Dios? Voy a pensar en ello”. ¿Para qué pensar en eso?

Siente, siente aquello en lo que no puedes pensar. Ábrete a tu corazón y, con los brazos bien abiertos, abraza esta existencia.

Ver un extracto de vídeo (puede tardar un poco)

Prem Rawat-Maharaji (extractos)

Archivado en: Prem Rawat - Maharaji — Julio a las 12:18 am el Sábado, Febrero 13, 2010

Un verdadero ser humano

“El Conocimiento de uno mismo…es un conocimiento que nos permite descubrir un sentimiento que hay en nuestro interior.” – Maharaji

Se nos ha dado el don de ser conscientes, el don que nos permite sentir. Eso es este cuerpo: una asombrosa máquina de sentir, que nos permite sentir algo totalmente increíble. Todo lo que hemos sentido hasta ahora resulta trivial en comparación con lo que reside en nuestro interior. Ahí es donde se calma la verdadera sed. Ahí es donde late el verdadero corazón.

El Conocimiento de uno mismo trata sólo de la capacidad de sentir eso. No se trata de un conocimiento cualquiera ni sobre cualquier cosa, sino de un conocimiento que nos permite descubrir un sentimiento que hay en nuestro interior, y en eso consiste. Tener esta vida y tener además esa alegría es sencillamente maravilloso.

Quiero sentir, cada día, lo que el corazón ofrece. Cada día quiero ir a ese lugar donde puedo estar en calma, sentir quietud. En ese momento estoy en armonía, siento algo que tiene su origen en mí, no en otra cosa. Cuando cierro los ojos y me dirijo a mi interior, encuentro un sentimiento dentro de mí. ¿Cómo funciona? De pronto algo viene y me saca del tren expreso que iba a un millón de kilómetros por hora, incontrolado, imparable, algo viene y me coloca a su lado. He dejado de moverme. Estoy quieto puedo sentir, puedo disfrutar de lo que hay dentro de mí porque ese sentimiento que surge viene de mi interior.

Cuando ese aliento llega y te llena, y te sientes vivo, aunque sea por una millonésima de segundo, eso es la vida. Es muy fácil divagar pensando en esa millonésima de segundo, pero, de veras, existe un espacio del sentimiento donde no se piensa sino que se siente. En ese espacio del sentir no hay pensamientos, no hay agonía ni amargura. Existe. Eres. No hay ninguna proyección hacia el mañana ni recuerdo alguno del ayer. Sólo existe el ahora. El ahora. Y cuando puedes aceptar eso te conviertes en un ser humano de verdad.

Prem Rawat – Maharaji

El pulso de la vida

Archivado en: Prem Rawat - Maharaji — Julio a las 4:32 pm el Martes, Enero 19, 2010

Es muy importante entender de qué trata esta vida. Creo que es imposible exagerar la importancia de poder captar verdaderamente lo que esto significa. Como seres humanos, tenemos un cerebro asombroso, un talento increíble. Podemos llevar a cabo muchas cosas, casi demasiadas. Gracias a que estamos vivos podemos experimentar paz y alegría. Podemos ir a la Luna y crear estaciones espaciales. Podemos escudriñar los lejanos e insondables confines del universo. Y también debido a que estamos vivos podemos crear guerras, diezmar este planeta y hacer imposible que algo exista.

Los teléfonos móviles han salvado muchas vidas. Pero la misma tecnología que está salvando tantas vidas se utiliza también en armas y en un sistema de entrega de armamento que está arrasando más vidas de las que salva. Además el salvamento podría suceder a lo largo de un año, pero la destrucción ocurre en unos pocos días.

Así que es evidente que tenemos que elegir. ¿Y cuál debería ser nuestra elección? Bien, para ponerlo en contexto, hay un lugar al que puedes ir que en realidad no es real, es virtual. En él puedes crearte una nueva personalidad, puedes volar y hacer todo lo que siempre has deseado pero nunca has podido hacer, pero sólo de manera virtual, no real. En ese lugar la gente compra apartamentos y sofás para amueblarlos. Pero cuando compras ese apartamento virtual y el mobiliario, pagas con dinero real. Es un negocio de un millón de dólares al día, 365 millones al año. Y sigue creciendo. ¡Incluso hay gente que se conoce en ese lugar virtual y se casa!

Yo traigo un mensaje que trata de la realidad, un mensaje que dice:

“Lo que estás buscando está dentro de ti”.

¿Quién eres tú? ¿Qué eres? ¿Cuál es tu centro? En estos tiempos necesitamos saberlo más que nunca. Si no, aunque nuestras elecciones sean virtuales o ficticias, las consecuencias serán reales. Desgraciadamente, las consecuencias son siempre reales.

¿Cuál es tu verdadero potencial? Hay un poder, una belleza, que reside en nuestro interior. Cuando me vuelvo hacia dentro, mi corazón se llena de alegría, de paz. Tengo que elegir eso cada día, porque en este mundo la distinción entre lo virtual y lo real se puede hacer muy difusa. Y yo elijo la realidad, porque es muchísimo más hermosa.

Un escritor indio llamado Tulsidas dijo una vez: “Todo cuanto ves es ilusión. Todo lo que pueden abarcar tus ojos es ilusión. Si quieres la realidad, vuélvete hacia dentro”. El problema es que no nos gusta lo que vemos, pero no entendemos por qué. Así que creamos un mundo alternativo en el que nuestras fantasías puedan hacerse reales. Personas como Tulsidas han dicho: “Vuélvete hacia dentro y todas tus fantasías se harán realidad. El deseo más verdadero se hará real”. Pero tenemos que elegir. Cada día debemos elegir.

La realidad es hermosa. No intentes medirla, porque la plenitud, la alegría, el amor, la comprensión, no se pueden medir. No hay una medida para hacerlo. Comprende, abre tu corazón, mira hacia dentro y contempla lo hermoso que es. Siente tu vida llena de alegría, de gratitud, no de explicaciones o ideas. Esto es realidad; no hacen falta fórmulas ni filosofías para recibir verdaderamente el regalo cada día.

Tú eres el recipiente que contiene la satisfacción más dulce, la alegría, el agua pura y clara de la plenitud. Cuando te llenas de eso, estás vivo, porque la vida consiste en eso. Puedes comprender. No tienes por qué estar confundido. Es así de sencillo. Comprende el pulso de la vida.

¡Qué oportunidad tan increíble es elegir esa satisfacción que se da cada día cuando te vuelves hacia dentro! Lo que cuenta no son las luchas que hayas tenido o la lista de fracasos, sino cada éxito que hubo. Tú seguirás cometiendo errores, pero lo bueno es que aquí no se trata de errores ni de fracasos. Lo importante no es lo larga que sea la noche, lo importante es el amanecer. Llega la luz y empieza un nuevo día.

Prem Rawat-Maharaji

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El puente de la vida

Archivado en: Prem Rawat - Maharaji — Julio a las 11:22 pm el Jueves, Enero 7, 2010

Quiero contaros una historia. Es una historia muy diferente porque no trata de un rey, ni de una reina, ni de un romance, una victoria o un fracaso. Su finalidad no es hacerte pasar el tiempo o entretenerte. Existe una realidad simple y hermosa, y ésa es la historia más magnífica. Una historia que trata de lo que existe: esta hermosa creación en un universo increíblemente hostil.

Se nos ha dado la oportunidad de estar aquí. ¿Es eso bueno o malo? Ésa no es la cuestión. Voy a poner un ejemplo. Imaginemos que hay un cuadro precioso de uno de los maestros —árboles, el mar, unas nubes, el sol— pero tú nunca lo has visto. Y un día lo ves. Pero el cuadro se había embalado mal y rozaba contra la caja, de forma que los verdes, los azules, los naranjas y los blancos se han mezclado, y ahora tiene un aspecto raro. Lo único que queda es la firma del maestro. Y piensas: “¿Él pintó eso?”.

Todo el mundo ve la realidad distorsionada y se pregunta por qué no es hermosa. En lo referente a esa cosita llamada paz, me he dado cuenta de que nadie en este mundo tiene ni idea de lo que es. Ni la menor idea, ninguna, cero, nada. Es tan triste que casi es gracioso.

Algunos piensan: “La paz es cuando termina una guerra”. O sea, ¿quieres decir que antes de que empezaran las guerras había paz, y la paz nos llevó a una guerra? Otros dicen: “Elimina el hambre del mundo y habrá paz”. Mira, hay personas que pasan hambre a propósito, intentando perder peso. Si crearas un “detector de hambre” y lo llevaras por todas las carreteras del mundo, de modo que a cualquiera que tuviese hambre se le llenara la boca de comida, ¿habría paz? Tendrías más guerras.

Así que tenemos conceptos. Es como si tuviéramos una película pasando ante nuestros ojos, mientras la realidad danza suavemente. Todo eso tan hermoso que ves no estará siempre ahí. Lo esencial de este tiempo del que dispones es la oportunidad de estar vivo, no los pequeños matices de tu vida. Lo importante no son los giros del circuito de tu existencia, ni todas esas cosas que dejamos que nos distraigan. La paz existe. Y se manifiesta en el corazón de cada ser humano. Ése es el único lugar.

No contemples la realidad a través de los ojos de todas esas fórmulas. Mira a través de esos ojos tan sencillos que se te han dado, y ¿qué verás? Verás una perfección, escucharás un ritmo, descubrirás una magnificencia mayor de lo que nunca podrías imaginar. De eso trata esta historia.

 

Debido a nuestras ideas, nos hemos agarrado a un punto de vista tan diferente que somos incapaces de apreciar sencillamente lo que es, simplemente observar, comprender la belleza del aliento que viene y se va. Es el acto más sencillo que hay, sucede de forma natural y su existencia prueba que estás vivo. Ese aliento es tan poderoso que mientras sucede, todo está bien. Pero si no sucede, la historia cambia.

El ir y venir de esta respiración es un regalo. Y, por supuesto, mientras el aliento entra en ti, todo va bien. Cuando sientes esa sencillez, puedes empezar a escuchar el verdadero ritmo de tu vida. Puedes apreciar lo que se te ha dado, y la historia se completará.

Te liberarás cuando comprendas que no necesitas el apoyo de todas las ideas, que puedes simplemente estar de pie sobre este puente de la vida, y que es sólido, bueno, fuerte. Puedes saltar sobre él sin que se caiga. Podrás apreciar su fortaleza. Y entonces tu corazón se llenará de gratitud por todo lo que se te ha dado. Y cuando tu corazón se llene de gratitud, tendrás respuestas sin necesitar las preguntas. Cada vez es mejor, porque no hay límite para ese mejorar, no hay límite para la capacidad de disfrutar que se te ha dado.

Prem Rawat-Maharaji

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Prem Rawat-Maharaji (extractos)

Archivado en: Prem Rawat - Maharaji — Julio a las 11:53 pm el Viernes, Enero 1, 2010

Una dirección muy buena

“¿Cómo puedes encontrar la calle llamada ‘dentro de ti’? – Maharaji

Es muy sencillo realmente: lo que buscas está dentro de ti. Tiempo atrás, vino alguien hablando del reino de los cielos. ¿Dónde lo situaba?, ¿cuál era su dirección? Pues, “dentro de ti”, y es una dirección muy buena, una calle muy prestigiosa. No hay nadie que habiendo ido a esa dirección haya vuelto sin encontrar nada.

¿Qué dirección dieron aquellos que han hablado acerca de la paz? “Dentro de ti.” ¿Y los que hablaban del reino de los cielos? “Dentro de ti.” Y cuando hablaban del amor, ¿dónde dijeron que estaba? “Dentro de ti.” ¿Y dónde ha buscado la gente? En todas partes excepto en su interior. Han buscado en cualquier otro lugar, mientras que dentro de ellos existe una alegría sin límites.

El diseño es muy sencillo: dentro de ti hay una dicha ilimitada. Y algunos argumentan que dentro no hay nada porque si abres a una persona, no encontrarás nada. ¿Acaso piensas que si abres un cerebro hallarás pensamientos? ¿Crees que encontrarás un mensaje como si fuera una galleta china de la suerte?

¿Cómo puedes encontrar la calle llamada “dentro de ti”? ¿Cómo la encuentras?, ¿qué taxi te va a llevar ahí? Te daré una pista: cuando dejes de mirar a todo lo demás, comenzarás a verte a ti mismo; cuando te quedes en silencio, comenzarás a escucharte; cuando dejes de ver el mundo como fuente de tu felicidad, empezarás a entender qué es el corazón.

Deja de viajar y te darás cuenta de que estás en casa. ¡Vaya dirección! Sube a un taxi y dile al conductor que no te lleve a ninguna parte, y estarás en tu hogar.

No te conformes con el dicho “el reino de los cielos está dentro de ti”, encuéntralo, conócelo, ponte en contacto con él, llena este corazón, comprende.

Prem Rawat-Maharaji

Regalo

Archivado en: Prem Rawat - Maharaji — Julio a las 7:26 pm el Domingo, Diciembre 27, 2009

Un regalo para estos días en los que normalmente disponemos de más tiempo.

Maharaji en Viena (Austria)

Prem Rawat-Maharaji (extractos)

Archivado en: Prem Rawat - Maharaji — Julio a las 1:22 pm el Martes, Diciembre 1, 2009

Recoge el oro

“Tu aliento es lo único que realmente te pertenece.” - Maharaji

Puedes creer que tienes posesiones; por ejemplo, un par de zapatos. Te los pones y cuando están viejos, gastados y estropeados, los dejas de usar. Todo lo que tienes en esta vida envejece, se gasta, se rompe, y dejas de usarlo. No ocurre lo mismo con la respiración.

Cuando se trata del aliento, nunca te preguntas si deseas tomar el siguiente, no te cuestionas en absoluto si lo necesitas; lo necesitas y lo tienes. No hay nada igual.

Es una maravillosa relación de necesidad: tú necesitas el aliento, necesitas la existencia, y está a tu disposición. Te llega cada día, te llega en este momento, viene una y otra vez. Si hay algo valioso, algo de lo que debes acordarte, es de esta respiración.

No te digo que te acuerdes de mi respiración, sino de la tuya. Es un hecho básico, simple y lógico que tu aliento es lo único que realmente te pertenece. Nada más.

¿Es posible prestar atención a cada aliento? ¿Lo es?

Imagínate que llueve oro. Dondequiera que mires, caen lingotes de oro. Luego, para de llover, y dondequiera que mires, en kilómetros y kilómetros a la redonda ves el hermoso tinte dorado de todos esos lingotes de oro que están esparcidos por allí. ¿Acaso dirías: “No puedo recogerlos todos, así que me vuelvo a la cama”? ¿Lo harías? No. Recogerías todos los que pudieras tan rápido como fuera posible porque conoces el valor del oro y, puesto que lo conoces, no te cuestionas si realmente es posible hacerlo o no.

Ven a tu hogar, ahí es donde tienes que estar, ése es tu sitio. Vuelve al lugar donde puedes experimentar el sencillo consuelo del corazón, el consuelo de darte cuenta de su perfección, y de sentirte agradecido. Es reconfortante sentir que esto es lo importante. Es sumamente importante porque es lo único que tienes. Y si recordaras esto siempre, serías más rico de lo que puedas imaginar.

Ve a recoger todos esos lingotes de oro, tantos como puedas.

Prem Rawat-Maharaji

El gran milagro

Archivado en: Prem Rawat - Maharaji — Julio a las 9:41 pm el Sábado, Noviembre 21, 2009

No estoy aquí para intentar señalar todos los problemas del mundo, porque hay demasiados. Sin embargo, a pesar de todos los problemas, de todo lo que está mal, hay cosas que son realmente buenas, muy buenas. A pesar de toda la fealdad, hay algo muy, muy bello. A pesar de todos los errores, hay una cosa que es perfecta. Y esa perfección, esa belleza, está dentro de ti.

Hay personas a las que les gusta señalar todos los problemas y, por un lado, me alegro de que lo hagan. Pero creo que debería haber alguien que señale lo bueno, lo bello; porque, a pesar de todos los problemas, esta vida es hermosa. Y a veces, inmersos en nuestros problemas, en nuestra confusión, en nuestras ideas, en nuestros conceptos, nos olvidamos de lo que se nos ha dado.

¿Quiénes somos? ¿Acaso sólo somos la suma de todas las cosas que ocurren a nuestro alrededor? ¿Somos simplemente personas que se despiertan por la mañana y ven sus responsabilidades: “Tengo que hacer esto y aquello”? ¿O hay algo más, algo dentro de cada ser humano que quiere sonreír, agradecer, sentir gratitud, sentir alegría?

Hablo por mi propia experiencia. Yo tengo responsabilidades. Hay días buenos y días malos. En los buenos, quiero ser feliz, quiero sentir paz. Quiero sentirme conectado conmigo mismo. Luego están los días malos. Pero incluso entonces, sólo quiero ser feliz. Nadie puede explicar la felicidad. Uno sabe lo que es. No se trata sólo de sonreír o de reír, o de un momento del día en el que te encuentras feliz. La felicidad viene porque te sientes bien. Pensamos que nos sentimos felices por algo: nuestros hijos se licencian en la universidad, nos toca la lotería, conseguimos un ascenso. Pensamos que nuestra felicidad va asociada a todas esas cosas.

Sólo hay una persona que te puede hacer feliz, pero resulta que es una persona de la que sabes muy poco. Es raro. Conoces a tus amigos, a otras personas, a tus socios, a tus colegas, pero sabes muy poco acerca de ti mismo, de quién eres. Y tú eres esa única persona que te puede hacer muy feliz.

Veo gente que va por la autopista tocando la bocina, chillando, vociferando. De algún modo me da la sensación de que no piensan que la vida es importante. Sólo quieren llegar adónde van. Quiero que pares un momento y comprendas algo: que tu vida es increíblemente importante.

Tú no eres un número. Tampoco un nombre. Eres más que la suma de todas tus cosas buenas y malas. Mucha gente vive con miedo, pero hay un lugar dentro de ti en el que no cabe el miedo, en el que puedes sentir la libertad. Cuando alguien tiene que decirme que soy libre, es que no lo soy. Tenemos nuestras fórmulas, pero la felicidad no tiene nada que ver con fórmulas. “Esto más eso, menos lo otro, es igual a felicidad”. O sientes la felicidad o no la sientes. O sientes alegría en tu vida o no la sientes. ¿Qué es lo que sientes en tu vida? Porque esta vida es el escenario en el que danzará la paz, en el que la felicidad cantará una canción para ti. Esta vida guarda una promesa tras otra, un regalo tras otro, para ti.

He estado observando la llegada de la primavera. ¡Es tan hermoso ver cómo llega! En mi casa, justo fuera de mi despacho, hay un árbol, y durante el invierno se le fueron cayendo las hojas, hasta quedarse con las ramas desnudas. Luego, de forma lenta pero segura, la primavera empezó a llegar, y esos brotes verdes fueron surgiendo sin perder ni un sólo día. A eso lo llamo dedicación. A eso lo llamo la vida. A eso lo llamo el gran milagro. Si ese árbol fuese humano, diría: “¿Por qué hacemos esto? El invierno volverá y tendremos que desprendernos de nuevo de todas las hojas. Olvidémoslo. Vamos a hibernar”.

No se trata de lógica, sino de algo que trasciende la lógica. El amor no es lógico. Esos pequeños brotes esperan y esperan. No pueden pronosticar el tiempo. No piensan: “Hoy y mañana hará calor, pero pasado y al otro volverá a llover, así que esperaremos”. No. Para ellos es: “Aquí está. Ha llegado el calor, el sol brilla, la temperatura es correcta. Allá vamos”. Y esos brotes, tan tiernos y delicados, no se detienen aunque haya dos días de frío y lluvia. Hay un impulso más poderoso. Y esta escena tiene lugar con miles de millones de árboles cada año.

Tu primavera ha llegado. Ya es el momento de ir a tu interior y dejar que la esperanza de paz salga a la superficie en tu vida, de ver lo bueno, de comprender qué es bueno, de volver a conocer y a decir sí a lo que has ignorado durante tanto tiempo: a ti.

Prem Rawat-Maharaji

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Lo que da origen a este momento

Archivado en: Prem Rawat - Maharaji — Julio a las 9:10 pm el Lunes, Noviembre 16, 2009

“Es el impecable ir y venir de la respiración lo que permite que hagas aquello que estés haciendo.” Maharaji

Eso con lo que cuentas como algo muy seguro, llamado mañana, es una de las cosas menos seguras que existen. La única certeza que tienes se encuentra en este momento llamado “ahora”. Y ¿qué está ocurriendo en este instante?

Detente por un momento, piensa en ello y no en tu trabajo o en esta o aquella responsabilidad, no te preocupes por ellas, seguirán ahí. Piensa sólo en esto: lo que da origen a este instante es la llegada del aliento.

Debes comprender que es el impecable ir y venir de la respiración lo que permite que hagas aquello que estés haciendo. Si este aliento se volviera errático, todo lo demás sería extremadamente errático.

Dependes de la impecabilidad de este momento. Ésa es la realidad. Ha sido perfeccionado hasta tal punto de suavidad que ni siquiera te das cuenta de que llega y se va, pero así es. Y es, con mucho, lo más poderoso. Es lo único que en tu vida puede inspirarte y traer consigo gratitud al mismo tiempo. Es lo único que da y da y da sin pedir nada.

Por todo lo demás tienes que pagar algo, bien sea con esfuerzo, con dinero, con tu energía o con tu tiempo. Todo lo demás te cuesta algo. ¿Vives en el mundo de las tarjetas de crédito? Todo es gratis, no tienes que pagar nada. Sólo le das a quien te atienda ese trocito de plástico, firmas un papel y te llevas lo que querías, sin haberlo pagado. Pero no creas que es gratis. Espera hasta que te llegue la factura. Entonces te darás cuenta de que no lo es. De repente te preguntarás para qué has comprado todas esas cosas innecesarias. No parecían innecesarias cuando presentaste “el plástico”, ¿no? Pero cuando llega la factura dices: “Esto no lo necesito para nada, no debería haberlo comprado” .

Todo te cuesta algo, salvo este aliento, este momento. Llega y da, llega y trae. ¿Qué es lo que trae? Trae alegría, trae belleza, trae la gracia a tu vida, te trae la vida, lo más valioso, y te da gratitud.

Prem Rawat-Maharaji

Es una cuestión de percepción

Archivado en: Prem Rawat - Maharaji — Julio a las 10:37 am el Lunes, Noviembre 9, 2009

La gente habla de “el pensamiento oriental” y “el pensamiento occidental”. ¿Por qué dividimos el mundo? La Tierra es redonda, y no para de girar. Yo hablo de algo universal. Lo real es que todos somos seres humanos. Hemos puesto esas capas sobre nosotros, pero no son reales. No hay oriente ni occidente. No te fijes sólo en la cara y en el color de la piel. Nuestras caras diferentes son como flores en un jardín. Si todas fueran del mismo color, sería muy monótono. Los distintos colores -rosas, verdes, rojos, amarillos, marrones- son los que dan su belleza al jardín.

Pero nos fijamos en las caras y decimos: “Eres diferente”. Hay personas a las que les encanta lo oriental y odian lo occidental, y otras a quienes les encanta lo occidental y odian lo oriental. Ese abismo se está haciendo cada vez mayor, cuando tendría que ir reduciéndose.

Todos podemos ayudarnos unos a otros. No tenemos por qué estar divididos por nuestras religiones o nuestras creencias, por lo que pensamos. Si queremos seguir unas tradiciones, deberíamos poder seguirlas. Todo lo que la gente necesita y quiere es espacio, un poco de espacio para moverse.

A mí no me gustan las divisiones. Las personas son personas, todas y cada una de ellas. Somos seres humanos, y no hemos sido fabricados en China o Estados Unidos, sino que nos ha hecho ese poder que lo ha creado todo. Deberíamos sentirnos orgullosos por el hecho de que estamos vivos, de que somos seres humanos.

Tendríamos que haber aprendido a ser más tolerantes con los demás. Al fin y al cabo, todos vivimos en el mismo planeta. Si vives en una casa con otras personas, tienes que llevarte bien con ellas. Pues bien, resulta que todos vivimos en la misma casa. Se llama el planeta Tierra. Aquí está. Y es la única que tenemos. Si no te gusta tu casa, te puedes mudar. ¿Pero adónde te irías del planeta Tierra? ¿A Marte? Te asarías y te congelarías. Asado y congelado, como lo que se hace para cenar mientras ves la tele. Ésta es la casa en la que vivimos todos. Podemos hacerla más tolerable.

Cuando llueve, ya sea en un desierto de India o de África, la lluvia es la misma, y hace que las flores se abran de la misma manera. No somos tan distintos. A fin de cuentas, ésa es la realidad. Y lo que somos no es algo malo, es algo bueno. Algo muy bueno.

Alguien a quien visité tenía un adhesivo en el refrigerador que decía: “Sonríe”, y cuando le pregunté por qué, me dijo que es bonito que te lo recuerden. ¿Es bonito que te recuerden sonreír? Eres un ser humano. Eso es lo que haces. Cuando todo está bien, es automático. No necesitas que te recuerden sonreír, lo harás de forma natural. Cuando todo está bien en tu interior, aparecerá una sonrisa.

Algunas personas quieren un jardín para todo el año, así que compran césped artificial, flores de plástico y falsos árboles para hacer su jardín. Luego dicen: “¡Mirad mi jardín! Es fantástico. Está igual durante todo el año, y no tengo que cortar el césped”. Sí, ¿pero dónde están las mariposas y las abejas? ¿Dónde está el aroma de las flores? Puede que tu jardín sea muy bonito, pero no es realmente un jardín. ¿Quieres que tu jardín tenga buen aspecto aunque no sea un jardín de verdad?

Sé real contigo mismo. No vivas en esa fantasía ilusoria. Estás aquí por un tiempo demasiado corto para fingir. Si quieres volar, vuela de verdad, porque puedes hacerlo. No necesitas fingir. Fingiendo no irás muy lejos. Y no vas a estar aquí tanto tiempo.

Los jóvenes suelen pensar que la vida seguirá durante muchísimo tiempo. Pregunta a las personas que ya han vivido largos años lo rápidamente que pasa la vida. Todo es una cuestión de percepción. ¿Recuerdas cuando eras pequeño? Ibas en el auto con tu padres, y 15 minutos era demasiado tiempo. Ahora dices: “¿Pero, ya hemos llegado?”. Todo es una cuestión de percepción.

Finalmente empiezas a reconocer el valor del tiempo cuando ya te va quedando menos. No es algo muy inteligente. Comprende el valor del tiempo ahora. La mejor forma de comprenderlo es estar lo más satisfecho que puedas. Entonces habrás conquistado el tiempo. Habrás comprendido lo que se te ha dado: el increíble regalo de la vida.

Prem Rawat – Maharaji

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Un mundo sin juicios

Archivado en: Prem Rawat - Maharaji — Julio a las 11:02 pm el Sábado, Octubre 31, 2009

“Existe un lugar en el que no se juzga al ser humano.” Maharaji

Quiero sentirme bien cada segundo de mi vida. Así es. ¿Qué supone eso para mí? La máxima prioridad. ¿Y qué significa? Significa intentarlo e intentarlo e intentarlo una y otra vez y nunca rendirse, nunca jamás abandonar el esfuerzo por lograr el cien por cien. Lo bueno es que no hace falta ser un genio para hacerlo. Lo puede hacer cualquiera, cualquiera.

Qué suerte que no se rija por la estructura social del mundo, ¿verdad? No dice: “Tú eres un buen director de empresa, así que, bueno, puedes entrar”. No. No dice: “De acuerdo, como eres monja puedes entrar”, o “eres monje, muy bien, lo lograste”. No. No importa quién seas, ni que seas rico o pobre. No se te juzga en absoluto.

¿Existe un mundo así? Por supuesto. Está dentro de ti. Existe un lugar en el que no se juzga al ser humano. Lo bueno, lo malo, lo correcto, lo incorrecto, eso no se toma en cuenta. ¿No te gustaría vivir en un lugar así? ¿Un lugar en el que no se te mida por tus hechos? No necesitamos que nadie nos juzgue, ¿verdad? Eso lo podemos hacer nosotros mismos muy fácilmente. Y, claro, en caso de que se nos pase algo alguna vez, ahí está el mundo esperando a juzgarnos. Y, si al mundo se le pasa algo, tienes a tus familiares. Es como si llevara incorporadas todas estas pruebas de seguridad por si alguien fallase. Sin embargo, no hay ni una sola persona en este mundo a quien le guste ser juzgada.

¿Existe un lugar donde no se me juzgue? ¿Existe un lugar en el que se me pueda aceptar por quién soy y no por lo que he hecho? Eso sería, sin duda, de agradecer: que no me midan por mis logros y fracasos. Porque si debo fijarme en mis fracasos, ¿de qué voy a estar agradecido? Y ésa es la historia de muchas personas. No sienten gratitud como deberían – de forma natural – porque se lo impiden las barreras de los conceptos. En este mundo, lo más tierno se ha contaminado con el lastre de los juicios.

No se nos juzga. Existe un amor, un amor que puede llegar a cada ser humano y conmoverlo. Existe un sentimiento, un entendimiento. Y ése es el mundo que tienes en tu interior. ¿Cuál prefieres?

Prem Rawat - Maharaji

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