He rescatado este post escrito el 22 de mayo de 2006 con la idea de que podamos comentarlo, puesto que en esas fechas, tenía el blog cerrado a comentarios
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Hace unos días, leí un escrito de Brisa, a quien muchos de los que entráis en este blog ya conocéis y los que no, recomiendo que leáis pues escribe maravillosamente. El escrito trataba sobre la verdad. Yo dejé mi comentario y me he ido leyendo todos los que se han ido publicando. Bueno, he podido comprobar, que cada uno de nosotros, o la mayoría, tiene un punto diferente del resto sobre el tema.
Hoy, quiero ampliar un poco el mío. En mi comentario, me hacía la siguiente reflexión: Un niño tiene hambre; llora; le dan su alimento; deja de llorar y sonríe satisfecho. Va mojado; llora; le cambian; deja de llorar y sonríe satisfecho. Y hacía la siguiente pregunta: ¿ese bebé, busca la verdad o busca la satisfacción?.
Nosotros, adultos, ¿qué buscamos, la verdad o la satisfacción?. ¿Buscamos la verdad cuando planeamos ese encuentro con nuestro amado/a, cuando planificamos esas vacaciones en la playa o montaña, cuando compramos ese coche, cambiamos de casa,….o buscamos la satisfacción?
Antes de producirse esos acontecimientos, podemos estar ilusionados, sí, pero inquietos; nuestra mente no nos da descanso: si le gustaré hoy o no; si nos hará buen tiempo; la duda de qué modelo comprar o cuando nos lo entregarán. etc. La mente trabajando a tope y pasándoselo a lo idem.
Y si nos fijamos, esa inquietud desaparece y el climax de la satisfacción se produce, cuando se realiza ese encuentro, disfrutamos de esas vacaciones, hemos comprado el coche o tomado posesión de nuestro nuevo hogar. ¿Sabéis por que?: porque la mente está tranquila. Por un corto espacio de tiempo, ha dejado de planificar, imaginar, porque estamos viviendo el momento. No permanecerá mucho tiempo así, porque no es esa su naturaleza, pero por un tiempo más o menos largo, que siempre será más bien corto, hemos conseguido que permanezca en calma, que nos deje en paz.
Para mí, en esos cortos espacios de tiempo, que hemos alcanzado lo que nos proponíamos, en esos momentos de satisfacción, he encontrado la verdad, porque eso es lo que “verdaderamente” quiero: encontrarme satisfecho Y qué coincidencia: en esos momentos, la mente permanece en calma. Muy importante esto y que no deberíamos perder de vista: la correspondencia entre satisfacción y mente en calma.
Pero claro, esto no será por mucho tiempo, pues no es precisamente misión de la mente permanecer en calma Paradójicamente, enseguida se cansa de “descansar” y vuelve a su faena. Y a veces esa faena se manifiesta en proponernos alcanzar metas muy sublimes, muy elevadas, como la que es motivo de este post, cual es la búsqueda de la verdad. ¡Anda, que no tenéis tajo, sonreirá para sus adentros!
Mi resumen: para mí hay una relación directa entre satisfacción y mente en calma, luego se trata de que ésta permanezca el mayor tiempo posible en ese estado. Se puede conseguir, somos unos seres muy completitos, nos crearon sin ninguna carencia, tenemos las herramientas apropiadas, pero para descubrirlas, no debemos mirar hacia fuera sino hacia nuestro interior. Mirando en nuestro interior, conseguiremos la satisfacción y si la satisfacción es nuestra verdad, habremos encontrado la verdad. Así de simple, como no podía ser de otra forma, para que lo entienda todo el mundo.
Así lo siento yo
Suerte a tod@s en vuestra búsqueda