Hay experiencias muy pedestres, como por ejemplo realizar el Camino de Santiago; que enseñan esa misma lección, y lo hacen “a hostias” si hace falta
Como aquel hombre de mediana edad que me comentaba, ya en el mismo Satiago, que solo pudo llegar hasta allí porque una “hospitalera” de uno de los albergues le tiró montones de cosas de las que llevaba en la mochila. Je, je, je.
Verde:
De acuerdo, pero sin que lleguen a formar parte de nosotros; sin apegarnos a ellas, porque de lo contrario, en caso de pérdida irremediable, va a ser muy traumático para nosotros.
Hola Julio!!!
Vaya sensación tan bonita, sabe a libertad, es de máxima felicidad…Tendríamos que mandar al carajo todas esas dudas, preguntas, apegos y demás historias que se instalan en nuestras vidas. Tan solo vivir con el aquí y el ahora, queriendonos y aceptandonos tal y como somos… ¿haber cuántos estarían dispuestos a seguirme o ha intentarlo tan solo?.
Un puñadito de Besitos
Conchi:
No, si lo malo de los apegos es que duelen si posteriormente hay que desapegarse. Si no, bienvenidos sean, sobre todo si son humanos.
Un beso
Sari:
Da gusto leerte, tu frescura, tu positividad… ¿Dispuestos a seguirte?. Todo el mundo, si tan solo supiera y disfrutara por un momento de esa experiencia.
¿Intentarlo? Eso ya es más dificil, pues, por lo general, somos incrédulos, recelosos, creyéndonos todos en posesión de la verdad. Es que anda el ego por medio y ya se sabe como las gasta éste.
Sirenita:
Efectivamente, aunque cualquier época es buena para hacerla; o al menos intentarlo, una y otra vez, una y otra vez. Ese porpósito ya nos satisfaría.
Un abrazo
Yochi:
¡Que alegría ver que te asomas otra vez! Te echaba de menos. Has escrito una palabra muy dificil
Le comunicaré a Patricia de tu visita
Con respecto al tema que planteas…yo soy muy pegada a cosas q me recuerdan cosas vividas…fotos, boletos, entradas de teatro, escarpines de mi hija cuando era bebé…tengo toneladas de ellas y la sensación es que mis hermosos recuerdos se desvanecerían si perdiera esos objetos.
Patricia:
Pero si está bien recrearse en todos esos recuerdos, siempre y cuando ello no implique que nos perdamos lo más maravilloso que está sucediendo en esos momentos: sentir la vida; fluir con ella. Porque no hay experiencia comparable a ésta.
Cuando he visto a yochi, me he acordado de tí.
Solo conozco una forma práctica de “luchar” contra un hábito, concentrarse en desarrollar otro hábito diferente; y solo conozco una forma práctica de irse desapegando de una serie de apegos, desarrollando otro apego distinto
Hay corrientes (orientalistas) que recomiendan desapegarse de las cosas de este mundo, pero el pobre puede apegarse a los vaivenes emocionales que le produce su pobreza con tanta fuerza, o aun más, con la que se apega el rico a los vaivenes emocionales que le produce su riqueza
Hay, eso sí, una metodología practicona; cuando te haces adicto a la sensación de percibir un sentimiento de felicidad interior… los otros apegos se ponen (en modo automático) en su verdadero lugar. Y uno ya con 30 años (en estos meses) de ejercicio de la Ingeniería a la espalda, ha acabado por valorar enfáticamente las metodologías y a desvalorizar los ba-bla-bla que no están soportados en ellas
Sí, desde luego, hay contraindicaciones severas, por ejemplo:
- Si eres un penitente vocacional, la felicidad puede ser un verdadero destrozo en tu vida
- Si consideras necesario vivir esta vida como un camino a una felicidad postmortem través de un “valle de lágrimas”, la felicidad te puede desbaratar el chinguito
-Si quieres autoinmolarte en nombre de alguna creencia (esperando tal vez setenta y tantas huríes), la felicidad te va a poner casi imposible el tirar de la anilla de la bomba…
Abril 11th, 2007 a las 11:45
Bebiéndonos el aire a bocanadas, desprendíendonos de las lágrimas,desnuda el alma, henchido el corazón. Libres desde las afueras a los adentros.
Un abrazo
Abril 11th, 2007 a las 11:46
Hay experiencias muy pedestres, como por ejemplo realizar el Camino de Santiago; que enseñan esa misma lección, y lo hacen “a hostias” si hace falta
Como aquel hombre de mediana edad que me comentaba, ya en el mismo Satiago, que solo pudo llegar hasta allí porque una “hospitalera” de uno de los albergues le tiró montones de cosas de las que llevaba en la mochila. Je, je, je.
Je, je, je.
Abril 11th, 2007 a las 13:16
Trini:
Erguidos, mirando al frente sin temor, sonriendo, amando con la mirada…
Un beso libre para tí
Felizahora: Tienes cada cosa…:)
Pues mira, no me importaría hacer alguna etapa del camino de Santiago. Con buen tiempo… como me gusta andar…
Un abrazo
Abril 11th, 2007 a las 14:49
Necesito mis cosas cerca o por lo menos sentirlas cerca.
Abril 11th, 2007 a las 15:46
Verde:
De acuerdo, pero sin que lleguen a formar parte de nosotros; sin apegarnos a ellas, porque de lo contrario, en caso de pérdida irremediable, va a ser muy traumático para nosotros.
Un abrazo
Abril 11th, 2007 a las 17:39
Sin apegos… complicado me lo pones, amigo, ya sabes como soy… imposible sin apegos. Aunque eso no me impida disfrutar de la caminata.
Un beso, guapo.
Abril 11th, 2007 a las 19:45
Hola Julio!!!
Vaya sensación tan bonita, sabe a libertad, es de máxima felicidad…Tendríamos que mandar al carajo todas esas dudas, preguntas, apegos y demás historias que se instalan en nuestras vidas. Tan solo vivir con el aquí y el ahora, queriendonos y aceptandonos tal y como somos… ¿haber cuántos estarían dispuestos a seguirme o ha intentarlo tan solo?.
Un puñadito de Besitos
Abril 11th, 2007 a las 21:05
Conchi:
No, si lo malo de los apegos es que duelen si posteriormente hay que desapegarse. Si no, bienvenidos sean, sobre todo si son humanos.
Un beso
Sari:
Da gusto leerte, tu frescura, tu positividad… ¿Dispuestos a seguirte?. Todo el mundo, si tan solo supiera y disfrutara por un momento de esa experiencia.
¿Intentarlo? Eso ya es más dificil, pues, por lo general, somos incrédulos, recelosos, creyéndonos todos en posesión de la verdad. Es que anda el ego por medio y ya se sabe como las gasta éste.
Besos para tí
Abril 11th, 2007 a las 23:49
Primavera, tiempo de limpieza general… Es una buena oportunidad para hacerla también en el interior y desprendernos de los lastres.
Un abrazo.
Abril 11th, 2007 a las 23:59
apegos
Abril 12th, 2007 a las 5:49
Sirenita:
Efectivamente, aunque cualquier época es buena para hacerla; o al menos intentarlo, una y otra vez, una y otra vez. Ese porpósito ya nos satisfaría.
Un abrazo
Yochi:
¡Que alegría ver que te asomas otra vez! Te echaba de menos. Has escrito una palabra muy dificil
Le comunicaré a Patricia de tu visita
Un beso
Abril 12th, 2007 a las 18:13
jajaja aparecio yochi!!!!!
Con respecto al tema que planteas…yo soy muy pegada a cosas q me recuerdan cosas vividas…fotos, boletos, entradas de teatro, escarpines de mi hija cuando era bebé…tengo toneladas de ellas y la sensación es que mis hermosos recuerdos se desvanecerían si perdiera esos objetos.
Poco logico pero me pasa.
Besos
Abril 12th, 2007 a las 19:26
Patricia:
Pero si está bien recrearse en todos esos recuerdos, siempre y cuando ello no implique que nos perdamos lo más maravilloso que está sucediendo en esos momentos: sentir la vida; fluir con ella. Porque no hay experiencia comparable a ésta.
Cuando he visto a yochi, me he acordado de tí.
Un beso
Abril 16th, 2007 a las 7:19
¿APEGOS?
Solo conozco una forma práctica de “luchar” contra un hábito, concentrarse en desarrollar otro hábito diferente; y solo conozco una forma práctica de irse desapegando de una serie de apegos, desarrollando otro apego distinto
Hay corrientes (orientalistas) que recomiendan desapegarse de las cosas de este mundo, pero el pobre puede apegarse a los vaivenes emocionales que le produce su pobreza con tanta fuerza, o aun más, con la que se apega el rico a los vaivenes emocionales que le produce su riqueza
Hay, eso sí, una metodología practicona; cuando te haces adicto a la sensación de percibir un sentimiento de felicidad interior… los otros apegos se ponen (en modo automático) en su verdadero lugar. Y uno ya con 30 años (en estos meses) de ejercicio de la Ingeniería a la espalda, ha acabado por valorar enfáticamente las metodologías y a desvalorizar los ba-bla-bla que no están soportados en ellas
Abril 16th, 2007 a las 10:54
Felizahora:
Pero esa adicción, ¿no nos resultará peligrosa?
Un abraqzo
Abril 16th, 2007 a las 12:27
Sí, desde luego, hay contraindicaciones severas, por ejemplo:
- Si eres un penitente vocacional, la felicidad puede ser un verdadero destrozo en tu vida
- Si consideras necesario vivir esta vida como un camino a una felicidad postmortem través de un “valle de lágrimas”, la felicidad te puede desbaratar el chinguito
-Si quieres autoinmolarte en nombre de alguna creencia (esperando tal vez setenta y tantas huríes), la felicidad te va a poner casi imposible el tirar de la anilla de la bomba…