¡¡Pobre de mi…!!
Seguro que muchos de vosotros, que al igual que yo, teneis la posibilidad de pasar unos dias del verano en el pueblo, se os ha presentado la oportunidad de entonar el: pobre de mi, pobre de mi, ya se acaban las fiestas de….. Por aquí, por donde ando, han sido las de San Miguel.
Son unos dias los de las fiestas en los que te permites más de un exceso, ya sea en la comida, bebida, trasnochar e ir al baile…..Y todo está bien y en lo que a mi respecta, especialmente este año, han sido unas fiestas en las que he disfrutado a tope. Pero claro, como todo que empieza, tiene un final , final que puede suponer para muchos, un verdadero desencanto: ¡Ah!, ¿pero ya…? ¿ya se acaba la fiesta….?
Pues sí, esa fiesta ha acabado, pero podemos seguir estando en fiesta; esa fiesta que está teniendo lugar en nuestro corazón y en la que somos invitados de lujo. Fiesta que nos permite estar en un baile continuo pero relajado; que invita a sacar a bailar a todo el mundo; que no produce cansancio ni resacas, ni miedo a que termine; para la que se ha creado una música exclusiva para cada uno de nosotros.
Puede merecer la pena hacer todo lo posible para que se manifieste ante nosotros. En lo que a mí respecta, me la merece