No se trata de mis sueños
Muchas personas ponen su meta lejos de sí mismas: está ahí fuera, en alguna parte; tengo que conseguirlo.
No está ahí fuera, nunca lo estuvo, está en el interior, donde reside tu paz, donde mora tu tranquilidad, donde te sientes completo. Tu destino no está en alguna parte en el exterior, ni perdido o atrapado en la infinidad de barreras que colocamos frente a nosotros. Está en el interior, esperando ser tocado, sentido, abrazado.
Yo no soy mis problemas ni mis deseos, no soy mis sueños ni mis ideales, ni soy tampoco lo que puedo pensar o como quiero ser, o lo que considero bueno o malo, o lo que considero agradable. Ocurren muchas cosas en mi vida pero yo soy algo distinto. Tú eres algo distinto.
Hay tántos elementos que se unen para que esa sencilla magia de la existencia se manifieste. Si lo ves a la luz de su sencillez es tan hermoso, se llama vida, se llama existencia. Tenemos un cuerpo, una mente, un corazón y también tenemos el tiempo, así de sencillo, ni más ni menos, y en la misma proporción para cada ser humano.
¿Y qué hacemos entonces?, entramos ahí alegremente intentando hacer nuestra propia sopa. Tratamos de crear nuestros propios platos porque creemos que sabemos hacerlo. Nunca nos cuestionamos lo que sabemos, sencillamente sabemos más o menos lo que sabemos y sostenemos que eso es cierto. Nunca nos preguntamos, nunca nos detenemos a preguntarnos: “Un momento, ¿qué estoy haciendo con esta vida? ¿Qué estoy haciendo para lograr que la plenitud sea una posibilidad?”. Es tan fácil quedarse atrapado en todo lo que uno hace y perder de vista lo que uno es: la existencia, tú mismo. Lo más importante es ser fiel a eso en tu vida. Para empezar puedes serle fiel, es lo único a lo que puedes ser fiel y no a todos los sueños e ideales que te fabricas
Prem Rawat-Maharaji