Reflexión
Para qué quiero saber de dónde vengo y hacia dónde voy, si no se dónde estoy en este momento.
Tal vez, si caminara por la vida de la mano de la Vida, desaparecieran esos interrogantes.
Para qué quiero saber de dónde vengo y hacia dónde voy, si no se dónde estoy en este momento.
Tal vez, si caminara por la vida de la mano de la Vida, desaparecieran esos interrogantes.
Hay algo que no me encaja. Si el Universo en su conjunto, si la Tierra en particular es tan hermosa, con esa inmensidad de azules, tal como la describen los astronautas; si ya en la tierra, podemos apreciar la belleza que se manifiesta en tantas cosas y fenómenos como la habitan y tienen lugar en ella: las plantas, las aves, las distintas estaciones…, ¿por qué el discurrir de la vida del hombre no se produce de la misma forma? ¿Dónde ha perdido su belleza? ¿No será que todo eso que he nombrado se abandona a su Destino, confía en él y nosotros no? ¿Que en nuestra creencia de seres autosuficientes, queremos construir nuestro propio destino?
Y no se por qué, pero para mí que ese Destino está en mi interior y no tengo por qué construirlo sino, simplemente, contactar con él y dejarme llevar
Sea como sea que se nos haya dado el día de hoy, mañana el Libro de la Vida nos ofrecerá una página en blanco como diciéndonos: ¡Sigue, sigue, sigue!. ¡No pasa nada, no pasa nada, no pasa nada!
Dos compañeros de viaje para toda la vida: la mente y el aliento.
Dos puntos de concentración; dos consecuencias distintas.
Nosotros elegimos
Siguiendo con la reflexión de ayer, la pregunta podía ser: ¿Y cual es el Gran Equilibrio?. Yo respondería que es aquel que, una vez conseguidos esos pequeños equilibrios de las distintas facetas de nuestra vida, sentimos que nos falta.
Tal vez para alcanzar y permanecer en ese Gran Equilibrio al que todos aspiramos, no deberíamos descuidar esos pequeños equilibrios de las distintas facetas de nuestra vida.
Ahí está el aliento viniendo a nosotros todos los días, una y otra vez, una y otra vez. Y lo podemos ignorar colocando delante de él mil prioridades, mil justificaciones. Y esa forma de actuar nos traerá unas consecuencias.
Pero también podemos prestarle nuestra atención principal, y esta forma de proceder nos va a traer, con toda seguridad, una claridad en nuestras vidas.
La elección depende sólo de nosotros
Si yo no ando claro por la vida, ¿qué camino podré mostrar a quienes quiero?
Lo importante es saber el libro que hay que aprender.
Su estudio, si quieres, ya vendrá luego pero no muy tarde.
Yo he sido y soy en muchos momentos espectador de la vida.
Por espectador de la vida, quiero decir, sentarme en la vida y mirar, observar a la gente, a las cosas.
Cuando uno entra en el juego de la vida, se aprende un papel, e interpreta, interpreta…, ¡Que difícil es luego desprenderse de él!
Sólo aquello que no puede defraudarte
no te va a defraudar: tu corazón.
Aprende a escucharlo
La gente comparte tu desgracia pero no tu alegría.
Será que su espíritu está más preparado para la primera
Si creo estar en el camino
y la Plenitud no me acompaña,
tal vez debiera revisar mi hoja de ruta
Lo que sale del corazón
ponerlo con mayúscula
es lo menos que se merece:
Hablar, Escuchar, Sonreir…
La Vida, lo finito y lo infinito, encontrados y tomado forma en cuerpo de mujer