Reflexión
Ocurra lo que ocurra, lo importante es no soltar el timón, para, de esta forma, no perder el rumbo.
¿Y qué rumbo?
Ese rumbo que cuando lo encontraste te hizo sentir y exclamar: ¡Este es mi rumbo! ¡El que me está llevando por donde yo quiero ir!
Junio 1st, 2009 a las 6:26
Lo que pasa Julio es que a veces las tormentas de alta mar te tiran sobre cubierta cegándote los ojos con su bravura; otras, algunos timoneles abandonan el navío y te dejan desorientada; otras, el timón, por mucho que lo intentas ni gira ni responde.
Pero mientras haya mar, habrá esperanza. Eso es cierto. Así que seguimos navegando.
Mil besos salados,
Junio 1st, 2009 a las 10:19
Hola Julio
Tu reflexión de hoy me viene como anillo al dedo, ya tengo la cuerda con la que atarme a ese timón para no perder el rumbo, que estamos sufriendo tormentas demasiado seguidas últimamente. Espero no tener que lanzar mis bengalas para pedir un rescate!
Un abrazo, compañero
Junio 1st, 2009 a las 16:40
La jardinera:
No hay nada mejor para capear las tormentas, que un buen vigía que sepa de ellas y te ponga sobre aviso de cuando y por qué pueden hacer su aparición.
A partir de ahí, de saber que te vas a encontrar con ellas, al no cogerte desprevenido, el capearlas resultará mucho más fácil.
¡Qué buen vigía para mí ha resultado ser Maharaji
Y por supuesto, nada de timoneles extraños; nosotros,nosotros somos los que debemos coger el timón
Besos pueblerinos
Junio 1st, 2009 a las 16:44
Avellaneda:
Pero la cuerda la has fabricado tú y tú la has anudado, ¿no?. No vaya a ser una de esas de ¨Todo a 100″ que duran cuatro días
Ojalá sea de buen cáñamo de las que no se rompen nunca.
Un fuerte abrazo
Junio 1st, 2009 a las 21:24
Me gusta sentirme guiada por mi corazón…
Será mi timón???
Abrazos,
Lidia
Junio 2nd, 2009 a las 5:16
Lidia:
¿Y quien mejor que él para llevarnos por donde deseamos ir?
Seguro, Lidia, que vas a tener una travesía maravillosa
Un abrazo
Junio 2nd, 2009 a las 10:39
Hola Julio, seguiré aquello de “que como la montaña no viene a mi, iré yo a la montaña”, y aquí, estoy….
…. me gusta esto que escribes.. pero con una matización, obvia por otro parte… que perder el rumbo, desnortarse, es tan común….. tan fácil.. tan humano…
.. que quizás lo mas importante sea, tener esa disposición.. vital… intensa de coger nuevamente el rumbo pase lo que pase y cueste lo que cueste….. y con esa disposición yo me siento muy pero que muy muuuuuuy tranquila….
Besos… y bueno.. que te echaba de menos.
Junio 2nd, 2009 a las 12:19
Estrella Altair:
¡Que te echaba de menos, que te echaba de menos…! Y tú, ¿qué cres que me pasaba a mí? ¿Que no os echaba de menos? ¿Que no te echaba de menos…? Allá en el pueblo, solito, sin Angelines, sin el calor de vuestros comentarios…
Muy dura, muy dura me ha resultado esta semanita pasada. Habrá sido tal vez para medir mi grado de apego o desapego
Pero es peligroso, es peligroso soltar el timón y viajar sin rumbo aunque sea por un corto espacio de tiempo. Así que en mi opinión, lo mejor es, una vez que sabes donde se encuentra el timón, separarte lo menos posible de él. Además lo tenemos tan cerca de nosotros, que a poco interés que pongamos en ello, es dificil que lo perdamos de vista.
Me alegro de esa tranquilidad tuya
Un beso
PD: a ver si empiezo a corresponder a vuestras visitas, que llevo algo de retraso
Junio 2nd, 2009 a las 15:25
Con “Loctite”, pegada al timón…
Abrazos
Junio 2nd, 2009 a las 16:31
Trini:
¡Qué saladita eres…!
Tienes un humor envidiable
Un abrazo
Junio 2nd, 2009 a las 21:05
Querido Julio, cuánto tiempo sin dejarte unas palabras, pero que sepas que no he dejado de leerte…;-)
Creo que lo que es difícil no es despegarse del rumbo, sino saber cuál es tu rumbo. Porque a veces sientes que lo tienes claro, pero te estás mintiendo dejándote llevar por vientos ajenos. La lucha está en tener claro cuál es tu rumbo, hacia dónde debes dirigir el timón, y no dejar que el hastío, cansancio o la derrota te reduzcan a polizonte en tu propio barco.
Que sepas que te echado mucho de menos.
Un besazo bien grande.
Junio 2nd, 2009 a las 22:09
Tamara:
¿Cual es nuestro rumbo…? ¿Cual será…?
Pues será aquel que por su simplicidad lo aceptemos, no como consecuenciano de un razonamiento de nuestra complicada mente, en cuyo caso sería rechazado, sino porque vaya directo a nuestro corazón. Aquel que sintamos que variarlo o no, depende exclusivamente de nosotros. Aquel que nos permita movermos con entera libertad. El que nos haga disfrutar de un viaje de eterna luna de miel
Yo también echaba en falta tus escritos. Ahora veo que has publicado pero como es un poquito largo, lo dejo para mañana.
Un fuerte abrazo
Junio 3rd, 2009 a las 9:56
Yo lo encontré julio, lo encontré y estoy llegando ya a puerto, sí, se acaba mi crucero, pero sólo de momento… pienso contratar otro
Tan sólo deseo que sea tan fructífero y satisfactorio como lo ha sido este.
Un abrazo julio.
Junio 3rd, 2009 a las 13:17
Emma:
Y antes de llegar a ese puerto, ¿por donde se anda? Para mí, no hay puerto al que llegar, o mejor diría, se está en él permenentemente. Porque, no se, eso de desear llegar a algún sitio…
Un abrazo
Junio 3rd, 2009 a las 15:54
Hola Julio!
Me gusta saber que estás de vuelta con Angelines, obras terminadas y… a escribir!
Excelente reflexión la tuya, todos deberíamos escucharla atentamente:
“Ocurra lo que ocurra, lo importante es no soltar el timón, para, de esta forma, no perder el rumbo.”
Intentaré no olvidarme, te lo prometo! Acuerdate tu también…
Hasta pronto, Julio…
Un abrazo!
Junio 3rd, 2009 a las 17:34
Julio, Julio, Julio… Estoy en eso… y mira que si me estoy sintiendo muy bien… me refiero que ya encontré en mi vida lo que podría dominar mi timón y espero jamás soltarlo….. un besotote doble
Junio 3rd, 2009 a las 18:39
Bueno, la consistencia en la aplicación de una metodología es impresncindible en cualquier área de la vida; incluido el objetivo de percibir una Paz interior.
Porque no siempre te sientes igual, no siempre “te apetece”, no siempre…
Pero eso es típico del ser humano, ¿a quien le puede extrañar?
Junio 3rd, 2009 a las 18:49
Ana:
Había un comentario pendiente de moderación y me he dicho: ¡esta es Ana! que me habrá cambiado algo Y ¡¡ohhhh maravilla!! Era Ana, que había puesto “tozolona”
Me parece muy bien que nos lo recordeos de vez en cuando pues somos un poco olvidadizos.
¡Recuérdamelo!
Un abrazo
PD: Sí las obras se acabaron. Ahora queda limpiar un poco
Junio 3rd, 2009 a las 18:55
Lluvia:
Lluvia, Lluvia, Lluvia… ¡¡Me alegro, me alegro, me alegro!!
Es que la seguridad que te da el sentir que eres tú quien lo agarra y lo maneja, produce una satisfacción muy especial. Es la sensación de libertad que te da sentirse autónomo
Me alegro de tu encuentro
Un beso
Junio 3rd, 2009 a las 19:00
Amigoplantas:
Tú eres de ciencias, ¿verdad?
¡Pues vuelvo a estar de acuerdo contigo! Y van…..
Sí, en este caso, es conveniente aplicar un método; muy conveniente, para que no tenga lugar esa inapetencia:
Un abrazo
Junio 3rd, 2009 a las 21:28
Hola Julio….
Ocurra lo que ocurra, lo importante es no soltar el timón, para, de esta forma, no perder el rumbo.
Desde luego ..teniendo un buen vigia…vamos re-tranquilos!!!
Doy gracias a Dios por tenerlo…y escucharlo dentro de mi corazón..
entonces no pierdo el rumbo…y bien acompañada ..mejor todavia!!!
Un abrazo,
Silvia
Junio 3rd, 2009 a las 21:55
Silvia:
Y con esos buenos vigías, es imposible chocar unos con otros
Y bueno…, si se va bien acompañado/a, qué te voy a decir: es el no va más
Un abrazo
Junio 8th, 2009 a las 4:31
Recién hoy entré al blog, y encontré que ésta entrada tuya tiene alguna relación con la última que escribí en el mío… ¡hasta en común tenemos marino y timón! jaja!
Es muy bueno tener presente el rumbo, y una vez puesta proa, no perderlo, y ejercer como el mejor timonel que puede llevar a buen puerto nuestra propia vida… ¡Cariños!
Junio 8th, 2009 a las 12:24
Lauri:
Efectivamente hemos coincidido en el tema este de navegar, por otra parte nada de extrañar en navegantes que buscan poner rumbos que les lleven por travesías agradables.
Seguro que volveremos a encontrarnos
Un abrazo