Un sexto sentido
¿Por qué será que por lo general, valoramos las cosas, lo que tenemos, solamente cuando las perdemos? Y esas distintas cosas pueden ser: los padres, en determinadas circunstancias; ese trabajo del que tantas veces hemos despotricado; los amigos, la salud….
¿Os imagináis perder cualquiera de nuestros sentidos?: La vista, por ejemplo, con la imposibilidad de disfrutar de este maravilloso Universo; el oido, el gusto … ¡Qué de sensaciones perdidas!
Pues hay una sensación, un sentido por encima de todos los anteriores que podríamos perder, si es que lo hemos poseído alguna vez ; un sexto sentido y este es el sentido de la apreciación de la vida. Y digo que está por encima, porque es el que nos va a permitir apreciar y valorar la posesión de todos los demás.
¿Os imagináis perderlo o no haberlo percibido nunca?
Sentido que nos permite apreciar la vida; ponernos en sintonía con ella, a la misma velocidad….
¿Y cual es su velocidad…?
La velocidad del aquí y ahora. Sintonizándonos con ella, vamos a encontrar ese amor tal vez perdido en el pasado, o esa ilusión que buscamos soñando con el futuro. Vamos a poder disfrutar de lo que ya tenemos y dejar de añorar y sufrir por lo que nos falta.