En tu interior

El agricultor atento

“La tierra absorbe el agua y no sólo la mantiene, sino que la torna dulce. Qué mágico, que de la nada salga algo.” – Maharaji

Un agricultor no es ni pesimista ni optimista. No sabe ni cuánta lluvia caerá ni si su cultivo dará fruto, pero no lo pone en duda porque ha sembrado las semillas y las riega para alimentarlas. Invierte en ellas su tiempo, su energía, su esfuerzo, les brinda seguridad espantando a los cuervos cuando vienen. Éstos no son enemigos suyos, él los espanta únicamente cuando tiene algo sembrado. Cada día, vigila y cuida su cultivo. Hace muchas cosas más, pero no importa dónde vaya ni lo que haga, hay algo bien arraigado en su pensamiento: su cultivo. Lo cuida y, porque lo cuida, da fruto. Y cuando no trae fruto, no se siente descorazonado, vuelve a probar en la siguiente estación.

¿Por qué sé yo de agricultura? Bueno, porque cuando era niño, teníamos una finca grande, y me encantaba. Un día me di cuenta de que había sucedido un milagro. Acabábamos de cortar la caña de azúcar y estábamos bebiendo el jugo de la caña. Lo concentrábamos para hacer una especie de dulce. ¡Era tan divertido! Entonces alcé la vista, y vi que estaban prendiendo fuego a las brozas y hojas de las cañas que quedaban en los campos. Comprendí que el azúcar salía de las cenizas, de la nada. La tierra absorbe el agua y no sólo la mantiene, sino que produce algo dulce. Qué mágico, que de la nada salga algo.

Luego llegaba el día de la siembra, y era un día maravilloso. Alguien metía la caña con mucho cuidado, y otro venía detrás para inspeccionarla y taparla con tierra. Cuando regresas y la caña de azúcar está más alta que tú, exclamas: “¡Yo la planté! ¡La planté yo!” . No fui yo quien le dio la dulzura a la caña de azúcar, ni quien inventó la tierra, ni quien hizo aparecer el sol en el firmamento para que todo esto pudiera suceder. Tampoco inventé el agua, pero lo que sí hice fue plantarla. Preparé el terreno para que la escena pudiera tener lugar.

En tu propia finca, eres tú quien debe realizar la siembra. Y sí, la lluvia vendrá, el sol vendrá y tu cultivo estará listo. Pero tú eres el que tomó ese trozo de caña de azúcar y lo plantó.

Tener el Conocimiento de uno mismo en esta vida es una oportunidad maravillosa. Es la entrada, la verja que conduce a la cosecha interior. Sé como el agricultor, siembra esas semillas y dales agua.

Prem Rawat-Maharaji