¿Dónde están las llaves…
matarile, rile, rile….
Seguro que a todos/as os ha ocurrido alguna vez: ¿Dónde están las llaves? ¿Alguien ha cogido “MIS” llaves?
Silencio absoluto que te invita a empezar la búsqueda, al principio mecánicamente: platillo de las llaves a la entrada; cajón de tu mesilla; encima de este mueble; encima del otro; palpas el pantalón que llevabas… Luego pasas a una fase más racional porque empiezas a pensar lo que hiciste últimamente: entré; abrí con mis llaves y…. Y ahí te pierdes y vuelta a empezar: platillo de las llaves; encima de la mesilla; cajón….
Amplías tu campo de acción: debajo del sofá; debajo de la cama, ¿ ? Cesas en tu búsqueda y escudriñas con la mirada a todos los de tu alrededor: ¿Has cogido tú mis llaves? Te contestan con un no que no te acabas de creer. ¿Estás seguro….?
Rebobinas: entré, porque abrí con mis llaves, eso es seguro: Entonces es que me las dejé en la puerta y alguien me las ha cogido, pero ¿quién? ¿Un vecino….? ¡Hombre, un vecino….! Pudiera ser que alguna de esta gente que va pidiendo por las casas….
Pues nada, por si acaso, cambiaré el bombin no sea que…
Ya sin mucha esperanza, vuelves a hacer el recorrido de búsqueda: platillo de las llaves; palpas el pantalón que llevabas….; ¡¡palpas el pantalón que llevabas…!!, ¡¡palpas el pantalón que llevabas…!! Y ¡¡¡ahí estaban TUS llaves!!
¡Ya las he encontrado, ya las he encontrado!
Ya te decía yo que no andarían muy lejos, te dice alguien.
Bueno, esta vez no resultó tan dificil como cuando aparecieron en el congelador, en la bolsa de plástico junto a la barra de pan.
¿Y las gafas? ¡Ah!, esas también son de cuidado a la hora de esconderse. Una vez lo hicieron dentro de la caja fuerte. Aunque cuando las das por perdidas del todo, es cuando te las encuentras debajo del zapato.
Junio 10th, 2007 a las 16:04
Julio, porque lo sé de primerisima mano, si no digo que eres mi marido esta misma mañana. Menuda mañanita en busca de las dichosas llaves. Al final, se las había llevado el niño, que ese, cuando pierde las llaves, es para los restos…
UN abrazo y una bolsa de rabitos de pasas para la mamoria
Junio 10th, 2007 a las 16:27
A mí me suele pasar con el dichoso móvil.
Bss
Junio 11th, 2007 a las 8:41
En el fondo del mar, matarile-rile-rile
El jueguecico ese de buscar las cosas en donde no están (ni nunca jamás de los jamases estuvieron) nos tiene entretenidísimos
Como juego, tiene mucho encanto y mucho “aquel”
Junio 11th, 2007 a las 9:49
La llave que no espero perder, porque no le quito ojo, es la que abrió un día la puerta de ese tesoro interior, que tantas veces comento. Las demás es muy fácil hacer copias.
Un abrazo a todos/as