Reflexión
Tal vez pueda pensarse, que adentrarnos en nuestro mundo interior, significa romper, aislarnos del mundo exterior, escenario en el que se ha venido desarrollando nuestra vida hasta ahora.
Nada más lejos de la realidad, antes más bien todo lo contrario. El conocimiento de nosotros mismos, nos da la posibilidad de desprendernos de tántas máscaras, que a modo de autodefensa, hemos venido utilizando para desenvolvernos en ese mundo exterior. Nos hace seres más libres, lo que nos permitirá movernos con mucha más libertad en ese escenario que he mencionado. Hará que vayamos eligiendo, poco a poco, libremente, lo que más nos vaya satisfaciendo, hasta encontrar y quedarnos finalmente, con lo que más satisface.
Junio 4th, 2007 a las 8:35
Es una metodología que funciona por desbordamiento: Rebosa percepción de felicidad… y “contagiarás” felicidad
Pero si lo que desbordas es justo lo contrario… “contagiarás” justo lo contrario
Así somos, cuestión de diseño (reclamaciones al “fabricante”)
Junio 4th, 2007 a las 11:58
Amigoplantas:
Y cuestión de lógica, pues nadie puede dar lo que no tiene.
Un abrazo
Junio 4th, 2007 a las 18:22
Me da algo de pena decir algo en estos días. Vuestra felicidad es muy contagiosa y se percibe, sin embargo yo lucho para que la tristeza se vaya. No deseo contagiar a nadie, después de todo la esperanza no me abandona, pero la vida es a veces tan…cruel. Creo que una de las peores cosas de esta vida es la decepción de alguien en quien creías de verdad.
Un beso.
Junio 4th, 2007 a las 20:18
Anna:
Pues la verdad es que debe ser doloroso pasar por la situación que comentas; el haberte defraudado alguien en quien habías depositado tu confianza. Pero eso pasa y nos seguirá pasando y de lo que se trata es de que cuando se produzca el hecho, nos afecte lo menos posible, ¿cómo?
Como soy de ciencias, a ver si lo explico con números. Si mi felicidad, mi armonía, mi estar bien, llamémosle como queramos, depende al 90% de mi relación con determinadas personas, qué duda cabe, que cuando me falle una de estas relaciones, mi estar-bien se verá afectado en la medida que esa persona influyera en ese porcentaje.
Ahora bien, si yo me busco una fuente de satisfacción interna, autónoma, que dependa solo de mí, que suponga un 70 u 80% de mi felicidad, y el resto, hasta completar el 100%, lo completen esas relaciones anteriores, cuando se produzca el fallo de una de estas, mi afectación será mucho menor. Y la intensidad de mi relación con esas personas va a ser la misma en un caso que en el otro, pero su influencia, su porcentaje en mi felicidad, ha disminuido considerablemente.
Esto es lo que proporciona el Conocimiento: una fuente de bienestar autónoma; y conectado a ella, lo que he dicho otras veces: ¡A JUGAR!. A jugar el maravilloso juego de la vida. Y a jugarlo, con mucha más libertad, porque ya no seremos rehenes de ese miedo a que por causas ajenas a nuestra voluntad, perdamos nuestra armonía, nuestra felicidad.
¡Uff, vaya rollo y encima con números!
Un beso
Junio 4th, 2007 a las 23:10
un día decidí SER solamente esclavo de mi corazón y desde entonces no he dejado de sentir LIBERTAD.
Y puedes Ser, una vez más, quien tú estabas supuesto a ser, quien tú eres realmente. No un títere de las ideas y pensamientos.
Junio 5th, 2007 a las 8:50
Luchar para que se vaya algo (por ejemplo la infelicidad) no funciona nunca, sería como tratar de sacar la oscuridad de una habitación a pozales
En plan cuentecico hay otra forma de explicarlo:
Darás tu energía (y por lo tanto nutrirás aun sin quererlo) a cualquier cosa contra la que luches. En ese divertido libro que se llama El Señor de los Anillos, se ilustra este hecho con el ejemplo del mago malo (Sarumán). Era (fue) un mago bueno, en realidad el más sabio de los magos buenos, pero a base de estudiar y estudiar y estudiar al enemigo para derrotarlo se acabó convirtiendo en su títere
Junio 5th, 2007 a las 11:25
Serafín:
En tu caso ya decidieron desde pequeño por tí al ponerte SER-afin
Un abrazo
Amigoplantas:
Muy didáctico tu cuentecito, sí señor.
Un abrazo
Junio 5th, 2007 a las 15:56
Lo mejor es comulgar con nuestro interior y liberarnos de ese parásito que tenemos dentro, nuestro ego.
Lo demás fluye.
Besos,
Junio 5th, 2007 a las 18:07
Aprendiza:
Desde luego, si nos unimos con nuestro interior, tal como dices, automáticamente desaparece ese ego. El quid de de la cuestión es cómo conseguir esa unión, o contacto.
Besos