La cita de hoy
Si quieres que la mariposa se pose en tu mano, has de quedarte muy quieto.
En esta vida, si quieres que la alegría se acerque cada vez más a ti, quédate quieto. Si te mantienes en esa quietud que existe en tu interior, se aproximará a ti cada día más y más.
Cuando ves una rosa, no puedes abrirle los pétalos a la fuerza; no funciona. Sencillamente espera; se paciente y lo hará por sí misma. Y cuando lo haga, será más hermoso que lo que hubieras conseguido abriéndola con los dedos. La alegría, la plenitud, son así.
Permite que el Conocimiento te acerque más y más a ellas. Consigue esa quietud, para que él también pueda acercarse más y más a tí.
Prem Rawat-Maharaji
Mayo 15th, 2007 a las 17:37
En estos días, en que la impaciencia nos domina…
Un abrazo!
Mayo 15th, 2007 a las 18:18
La paciencia es un gran don.
Primero hay que sembrar y después, se recogerá la cosecha.
Tanto si se siembra bien como mal, a la larga se recogerá el fruto bueno o malo.
Un beso Julio.
Mayo 15th, 2007 a las 18:56
Bambú japonés:
Siembras la semilla,la abonas…te ocupas de regarla…los primeros meses no sucede nada aparentemente.En realidad no se aprecia nada los primeros siete años.Sin embargo,durante el séptimo año,en un período de sólo seis semanas la planta de bambú crece ¡¡más de 30 metros!!
¿Tardó sólo seis semanas en crecer? No.La verdad es que se tomó siete años y seis semanas en desarrollarse.
Durante los primeros siete años de aparente inactividad,este bambú estaba generando un complejo sistema de raices que le permitirían alcanzar cotas insospechadas…
“…abrir los ojos puede costar toda un vida, pero el ver sólo es cuestión de un instante…”
Gracias por tu página.
Mayo 15th, 2007 a las 20:04
Almena:
La paciencia suena como algo de otras épocas, ¿no?, algo antiguo. Y claro nos consideramos tan modernos…
Un abrazo
Anna:
Y en este asunto del que habla Prem Rawat, ni siquiera hay que sembrar, ya está sembrado. Solo tenemos que estar atentos y esperar; teniendo confianza, sin distraernos. Y ese fruto será mucho mejor que el que pudiéramos conseguir yendo acelerados.
Un beso
Mayo 15th, 2007 a las 20:09
SerSan:
Hola Serafín, me alegro de tu visita. Muy bonito lo que has escrito.
Y haciendo una analogía con el Conocimiento, puede que la semilla del mismo tarde algo en manifestarse, pero presientes desde el principio, que al final va a alumbrar un fruto muy bonito.
Un abrazo
Mayo 15th, 2007 a las 22:28
Hola Julio!!!
Todo lo que requiera esperar me agobia muchisimo, creo que siempre llego tarde a los sitios por no ser quién espera, las mariposas no se posan en mi mano chocan contra ella, pero parece que los años me van remendando, a mejor. Comienzo a disfrutar de algunos frutos sembrados en tiempos inmemoriales y siento que su fruto es delicioso. Pero todavía necesito de un par de añitos o más…Tú como lo ves, un impaciente nace o se hace???
Un puñadITO de bESos
Mayo 16th, 2007 a las 5:58
Sari:
Bueno, es que en este post nos hemos derivado hacia la paciencia e impaciencia. Yo, pienso que, como muchos de nosotros, soy un impaciente nato; todo lo quiero aquí y ahora. No se si habré nacido así o me habré hecho, pero así soy y no me importa. También he de decir, que hoy día, no me causa ninguna inquietud, ni mucho menos sufrimiento, si no consigo lo que deseo cuando lo deseo.
Quiero interpretar lo que dice Prem Rawat, que si queremos la alegría, la plenitud, no debemos intentar alcanzarlas en el exterior, como yendo detrás de ellas, sino que éstas se van a manifestar como fruto de una forma de estar nuestra; tranquilos, relajaditos, porque nacen de nuestro interior.
A ese estado de relajación, favorable a su manifestación, es lo que te lleva la práctica del Conocimiento que él enseña.
Besos para tí, Sari
Mayo 16th, 2007 a las 21:23
Volviendo al bambú …la perspectiva es muy diferente según sea del jardinero o de la semilla.
El jardinero realiza su tarea…y a veces duda si surgirá algo.
Pero la semilla,una vez sembrada sabe que es su hora,es su oportunidad,y desde el primer instante siente como un universo en plena ebullición modela su existencia llevandola hacia la plenitud de su realización.
En mi experiencia personal he sentido que vale más “una migaja de GRACIA”llegada de es lugar que el más increible banquete mundano que pudieras imaginar.