El juguete
Este escrito, con alguna variación, se lo escribí a un hijo/a, en tiempos en los que creía ver en los demás, cualidades o aptitudes que el/ella pensaba no poseer
Cuantas veces habré dicho, que hemos venido a este mundo a disfrutar. Y para ello la naturaleza nos ha dotado a cada uno de nosotros de distintas herramientas, de distintos juguetes. Imagínate un grupo de niños a los que se ha distribuido a cada uno de ellos un juguete. Unos habrá, que por la simplicidad del juguete o por su agudeza, enseguida se habrán identificado con él y empezarán a disfrutarlo. Otros habrá que por la dificultad del suyo o por otras causas, no sabrán manejarlo y preguntarán a quien se les ha entregado, cómo hacerlo; escucharán, aprenderán y disfrutarán tanto como los primeros. Finalmente habrá otros, que no se sabe por qué, no harán ni una cosa ni la otra y se limitarán a observar, no sin cierta envidia o con un cierto fatalismo al creer que les ha tocado un juguete que no funciona, cómo los manejan los que tienen a su alrededor. Fácilmente se deduce que estos últimos serán los que menos disfruten del juguete que se les ha entregado.
Creo que los que se encuentran en este último grupo, deberían al menos, intentar entrar en el segundo grupo. Para ello pienso que deberían:
1º) ACEPTAR el juguete que se les ha entregado
2º) Acudir a quien sepa manejarlo y ESCUCHAR sus explicaciones cada vez que tengan dificultad en su manejo.
3º) CONCENTRARSE en su juguete y no distraerse con los de los demás.
¿En qué grupo nos encontramos nosotros y cómo nos desenvolvemos en este juego de la Vida?
ACEPTA
ESCUCHA
CONCENTRATE
Y disfruta de la Vida, que para eso has venido a ella
Mayo 14th, 2007 a las 9:17
Pues, desde hace un tiempo, yo ACEPTO el juguete que se me entrega y raramente pregunto, sino que lo miro, remiro, manoseo, le doy vueltas y trato de ponerlo en marcha con mi esfuerzo, molestando lo menos posible a los demás.
Tus posts siempre activando nuestros pensamientos.
Un abrazo
Mayo 14th, 2007 a las 11:03
Trini:
No creas que no soy consciente de que aceptar ese juguete para algunos es muy duro, pero, ¿qué otra alternativa hay?, ¿rebelarse?, y ¿contra quien?
Si en esa rebeldía estuviera la solución…En cambio, si aceptamos y jugamos, tenemos muchas posibilidades de ganar ese juego.
Y si no preguntar, porque tal vez pensemos que ya sabemos de que va, si al menos estar con los sentidos atentos, pues siempre se aprende algo. Sintonizado nuestro corazón.
Un beso
Mayo 14th, 2007 a las 11:09
Estoy un poco entre los 3, cuando no sé qué hacer con algo le doy vueltas hasta darle la solución, y si no puedo, pido ayuda o investigo por mi cuenta, según me de…
Mayo 14th, 2007 a las 11:21
Mira es curioso, Julio, acabo de terminar un proyecto de educación emocional (ayer mismo), a horas indecentes realizaba los últimos retoques… Junto con mis dos compañeras llevo buscando actividades desde tiempos inmemoriales. Hoy entro aquí y me das una en bandeja y encima me invitas a que sea protagonista…que coincidencia, bueno mi vida esta plagada de ellas, no sé de que me sorprendo!!!
Creo que en un primer momento observaría los juguetes de los demás, pero es porque soy muy curiosa y observadora… Luego me encabezonaría en hacer funcionar el mío, pero como soy bastante torpe en seguida me levantaría y preguntaría a algún compañerito e intentaría jugar como él me ha dicho, aprendo rápido y sí no puedo hacerlo funcionar, pues con imaginarme que es una barbie o un astronauta que va a la luna ya estoy contenta y puedo jugar a mis anchas.
Siento la parrafada :p
Un puñadito de Besos
Mayo 14th, 2007 a las 15:09
Azusa:
Sí, no se por qué, pero me parece que no eres de las que se quedan quietas mirando su juguete. Lo que hace falta es que sintamos que funciona correctamente. Y eso se nota, ya lo creo que se nota.
Un abrazo
Mayo 14th, 2007 a las 15:20
Sari:
El problema surge cuando, recibido ese juguete, que todos lo hemos recibido, se sufre porque piensas que el tuyo no es tan bonito como el de los demás, o crees que no funciona. Al que le sucede esto, ignora que el suyo posee la misma maquinaria que cualquier otro. Tal vez la envoltura sea distinta, pero su interior, es el mismo. Y te quedas ahí parado, tal vez maldiciendo tu mala suerte.
Todos, todos, hemos recibido este regalo, este juguete de nuestra vida, y salvo raras excepciones, podemos hacerlo funcionar y disfrutar de él, como el que más. Y si no sabemos como hacerlo, siempre hay alguien, que no un cualquiera, con el Conocimiento necesario, que nos puede explicar su funcionamiento.
Yo es que de esto se algo, seguramente porque por bastante tiempo me encontré en el tercer grupo. Hoy, afortunadamente estoy fuera de él, disfrutando a tope con el regalo de mi vida. Pero, escuché, escuché, y aprendí cómo hacerlo funcionar.
¡Anda, que para parrafada, la mía.
Besos
Mayo 14th, 2007 a las 16:58
Hola a todos.
Yo seré muy simple Julio, pero nunca miro como es el juguete, sólo sé que escucho continuamente. He aprendido a lo largo de mi vida, que escuchar es una escuela increible de aprendizaje. Y desde luego cuando no sabes como jugar, dicen que preguntando se llega a Roma y más allá…que diría yo.
Besos.
Mayo 14th, 2007 a las 19:30
Anna:
No la recuerdo exactamente, pero creo que había una Bienaventuranza, que decía poco más o menos: Bienaventurados los simples porque ellos verán a Dios.
Llámale Dios, Vida o como quieras.
Yo recuerdo cuando empecé con esto del Conocimiento, a la vista de lo complicados que eran algunos, que decía, sin saber tal vez lo que en realidad quería decir, pero decía: “yo es que tengo una mente muy simple”.
Bendita mente simple que permitió que a mi corazón llegara lo que él deseaba.
Besos
Mayo 14th, 2007 a las 20:07
Quizás entonces muchas veces sentimientos afines se encuentran en el mismo horizonte que cruza dos corazones.
Un beso muy fuerte para ti, Julio.
Mayo 14th, 2007 a las 20:20
Anna:
Lo has expresado muy bien, Anna, porque estoy seguro que el horizonte sincero de tu corazón, coincide al 100% con el del mio.
Un beso muy fuerte para ti tambien
Mayo 14th, 2007 a las 20:35
Felices sueños.
Mayo 14th, 2007 a las 21:24
Bueno, yo soy de las que necesita aplicarse el post. Tengo que reconocer que no me gusta nada el juguete que ha tocado, ni por dentro, ni por fuera. En comparación con los demás desluce mucho y pero por sí solo tampoco me hace excesivamente feliz. Eso sí, al menos ya me he dado cuenta que por mucho que me enfade no me lo van a cambiar, asi que tendré que aprender a convivir con el, a cuidarlo y más aún, a quererlo. Aunque sea dificil…
Un abrazo Julio.
Mayo 14th, 2007 a las 22:19
Anna:
Felices sueños
Mayo 14th, 2007 a las 22:36
Sirenita:
Cuando alguien nos enseña como es ese juguete, mejor dicho nos pone un espejo delante nuestro que hace que, al tiempo, nos veamos tal cual somos, te aseguro que al final no nos reconocemos en esa primera imagen. Te diré más, hasta físicamente nos hace más guapos, porque el mayor componente de nuestra belleza, es esa Vida que se manifiesta a travé de nuestra mirada; esa armonía, esa alegría de vivir, que nos visten de forma totalmente distinta a como nos pueda vestir la desilusión, la tristeza.
Pero para eso debemos saber como somos verdaderamente, mirando en nuestro interior.
Un abrazo
P.D.
Apúntate una cualidad: escribes maravillosamente