Una danza en el agua
“El milagro ocurre y, cuando lo hace, la vida sabe realmente cómo celebrarlo.”
Prem Rawat-Maharaji
Dondequiera que voy, veo una necesidad en la gente. Una necesidad. Un deseo. Pero nadie sabe de qué. Algunos creen que, si poseyeran más cosas, esa necesidad quedaría satisfecha. Pero se trata de otro tipo de necesidad.
A veces, ves estos pequeños crustáceos llamados percebes, adheridos al rompeolas, junto al mar. No pueden moverse con demasiada rapidez. Se agarran a las rocas, la marea baja y se secan. Y esperan. Esperan a que la marea vuelva donde están y les traiga el sustento. Durante toda su existencia, a cada instante, esperan. Permanecen cerrados, esperando que esa vida vuelva otra vez. Luego se secan. Cuando el Sol los azota, se secan, se secan por completo.
No sé si llevarán consigo un pequeño cuaderno de citas. No lo creo. Tampoco creo que carguen con un pequeño teléfono celular para llamar al mar y pedirle que vuelva la marea. No sé si esas criaturas, tan diminutas como son, tendrán un gran cerebro, como el tuyo y el mío. Pienso que no. Si poseen uno, será el justo para sobrevivir. Con ese pequeño cerebro no pueden inventar coches ni aviones, pero saben cuándo va a venir la marea. Lo saben y esperan. Tienen un solo foco de atención. Su única prioridad es esperar para experimentar, una vez más, el milagro del agua trayendo el sustento, trayendo consigo el regalo más increíble: el regalo de la vida. Nadie puede fabricar este regalo. No se vende en las tiendas. Se da. Cada día, esta vida se da como un regalo.
Es importante mantenerse en contacto con esta magia de la vida que pulsa, que palpita dentro de mí: esta marea que viene y va.
¿Y con qué cuento? Con ojos que pueden ver y oídos que pueden escuchar. Puedo sentir. Puedo comprender.
¿Por qué, entonces, no intento comprender este regalo de la vida, capturar ese sentimiento dentro de mí, a medida que ese milagro moldea mi existencia? Mi concentración ha de ser como la de ese percebe. Está seco, caliente, pero no sin vida. Toda la atención puesta en la vida.
El milagro ocurre y, cuando lo hace, la vida sabe realmente cómo celebrarlo. Los pequeños percebes se abren, sacan sus pequeños abanicos y comienzan a bailar en el agua. De alguna manera, este mar poderoso, sin dejar atrás su tremendo bramido, viene y trae un pequeño regalo para ese percebe diminuto, cada día. Y el mundo entero lo celebra.
Prem Rawat-Maharaji
Mayo 7th, 2007 a las 7:19
Si, hay milagros cada día.
El percebe, no sabía que esperasen la marea.
un beso, y buenos días.
Mayo 7th, 2007 a las 10:34
Fuzzy:
El percebe, atento, aprovecha esa llegada de la marea, de la vida.
Para nosotros, llega igual, pero tal vez nos coja despistados, ocupados, esperando que la vida nos llegue de esos sueños que fabricamos.
Un beso
Mayo 7th, 2007 a las 16:46
Quizá deberíamos mirar más nuestro interior para ser más conscientes.
Hay que saber centrarse en cada instante que nos regala la vida, lo malo es la mente que la solemos tener muy dispersa.
Un beso.
Mayo 7th, 2007 a las 18:59
Sakkarah:
Quizá, quizá, y tal vez lo digamos como algo penoso a realizar, como una obligación y claro, no nos gusta que nadie nos imponga nada.
Si por un instante saboreáramos de nuestro interior, nos volveríamos verdaderos adictos y volveríamos una y otra ves a él.
Un beso
Mayo 8th, 2007 a las 10:13
Hola Julio!!!!
Vivimos en una sociedad que lo quiere todo en el momento, muchas veces el tenerlo todo aquí y ahora hace que las cosas vayan perdiendo su significado o su valor. Deberiamos aprender de todos los elementos naturales, y de las personas que nos rodean, estar más abiertos al mundo no metiditos en nuestra burbujita individual, las cosas irían mucho mejor, no crees?
Un puñadito de Besos
Mayo 8th, 2007 a las 11:58
Es complicado no distraernos, Julio. Hay demasiado ruido a nuestro alrededor que no permite que escuchemos esa voz cálida y melodiosa que brota de nuestro interior y que nos permitiría vivir plenamente… Aunque algunos lo intentamos…
Un beso, guapetón.
Mayo 8th, 2007 a las 13:30
Sari:
Recuerdo de crio que cuando te compraban un juguete te duraba ¡yo que se el tiempo! Hoy dia, en que por lo general, no acabas de abrir la boca y ya tienes lo que pides, pues si, se valora todo mucho menos.
En cuanto a aprender de los demás, entiendo que lo primero que deberíamos hacer es, como dijo Sócrates, “conocernos a nosotros mismos”, porque a todo lo viviente sobre la faz de esta tierra, le anima lo mismo que a nosotros: la Vida. Una vez que nos conozcamos, sabremos de todo lo que nos rodea. No puede haber, pues, conocimiento más universal.
Por ahí apunta el Conocimiento de Prem Rawat
Un beso
Mayo 8th, 2007 a las 13:42
Conchi:
¡Qué expertos somos en poner excusas! Y poner una excusa, aunque sea mentira, para justificar la falta a una cita, por ejemplo…. Pero, ¿a quien engañamos cuando ponemos excusas para no encontrarnos con nosotros mismos?
Y nos lavamos la cara diciéndonos que lo intentamos, pero, ¿lo intentamos realmente, o es otra excusa más?
Un beso
Mayo 8th, 2007 a las 14:52
Hola de nuevo Julio. Ya hace mucho tiempo que no pasaba por aquí, ya sabes, liada con la fiesta de mi mami.
Estoy de acuerdo con lo que nos dices en tu post de hoy. Nuestra impaciencia, las prisas, el desear más y más, nos hace olvidarnos del regalo de nuestro presente que es el más valioso por ser el único válido para nosotros, el único que podemos disfrutar de verdad.
Besitos,
Mayo 8th, 2007 a las 15:19
Aprendiza:
Ya supe, ya supe de la sorpresa que le teniais preparada. Menos mal que otra madres no se enteran de lo que hacen por ahí ciertos hijos/as (sonrojo).
Ni prisas ni nada; la ignorancia. La ignorancia que nos hace ver la felicidad en todo lo demás. Nos hace mendigos con semejante tesoro dentro.
En fin, bueno es saber o presentir que existe.
Besos
Mayo 8th, 2007 a las 20:48
Hoy llego en silencio, despacio y escucho, recibo, aprendo. Gracias… y un abrazo
Mayo 8th, 2007 a las 21:28
Brisa:
Pero antes de irte, deberías haber abonado el importe de lo aprendido, aunque, bueno, con las gracias y el abrazo, creo que sobra
Gracias a ti por la visita.
Un abrazo
Mayo 9th, 2007 a las 10:38
Maravilloso cuento, ha dibujado en mi cara una sonrisa. Sabiduría natural. Me encantaría llegar a ese estado.
Un abrazo.
Mayo 9th, 2007 a las 12:19
Sirenita:
Me encantaría, me encantaría…..,¡¡Voy a llegar a ese estado, porque tengo todo lo necesario para conseguirlo!!
Ojalá nos dibujemos muchas sonrisas, de forma que al final se conviertan en una sonrisa permanente. Tambien es posible.
Un abrazo