Nuestros límites
Yo pienso que tenemos un sexto sentido que nos indica cuando nos excedemos en alguna faceta de nuestro comportamiento, de nuestras actividades diarias y cuando estamos dentro de límites. Estos límites vendrán definidos en cada uno de nosotros, por una serie de factores diversos: culturales, familiares, de educación…
Algunos de estos límites son muy groseros, como por ejemplo, cuando nos pasamos en aspectos como la comida o la bebida. Estos, están muy bien delimitados, pues enseguida padecemos las consecuencias de sobrepasarlos. En cambio, otros aspectos son más sutiles, y sus límites tal vez no estén tan bien definidos. Dentro de este último grupo podrían incluirse las relaciones de pareja, de amistad, en sus múltiples aspectos; actitudes ante el sexo; ambiciones personales, etc
Así como el quebrantar algunas normas, especialmente aquellas que regulan nuestra convivencia, puede acarrearnos incluso, la pérdida de nuestra libertad física, el traspasar esos límites más sutiles a que antes me he referido, puede hacernos perder también nuestra libertad, no física en este caso, por el hecho de haberse apoderado de nosotros nuestras “fuerzas negativas” que anulan nuestra capacidad de dircernimiento y hacen que nos convirtamos en esclavos de nosotros mismos.
Voy a singularizar y preguntarme: ¿Y cuáles son mis límites en este aspecto? ¿Dónde fijo el listón a partir del cual siento que he perdido mi libertad?
Una de las sensaciones más agradables que experimento con la práctica del Conocimiento, es la sensación de libertad. Y en esa libertad, encuentro mi equilibrio, mi armonía; y en esa armonia y equilibrio, encuentro mi libertad. Así que por ahí andarán mis límites. En cualquier faceta de mi vida, mientras no pierda mi armonía, me indicará que estoy dentro de límites. Subo el listón, ¿sigo en armonía?, adelante. Lo subo, ¿la pierdo?; ¡alto Julio, no lo sobrepases!
Y al actuar así, sigo sintiéndome libre, porque no son límites que me son impuestos por normas externas, sino que son límites nacidos de mi propia libetad.
Y así es como funciono. Pero para funcionar así, primero hay que disfrutar de esa libertad
Marzo 6th, 2007 a las 8:43
Me suena un poco como el concepto de conciencia a veces. Si algo te dice dentro de tí que eso no está muy bien, problamente te sientas mal contigo mismo después.
Marzo 6th, 2007 a las 9:31
Bárbaro Julio, lo has “clavao” y lo mejor de todo es que lo que cuentas aquí es experiencia personal
Blas-blas-blas-blas aparte
Marzo 6th, 2007 a las 10:05
Hay límites que necesito sobrepasar para sentirme más libre, aunque eso me robe, al menos momentáneamente, algo de serenidad, y otros que no quiero tocar precisamente para mantener mi libertad. El problema es diferenciar unos de otros y para ello no hay más remedio que ir tanteando, procurando no perder la perspectiva.
Me gusta este tema, Julio, porque tiene mil matices.
Un beso.
Marzo 6th, 2007 a las 12:52
Azusa:
El asunto es saber si el actuar bajo los dictados de esa conciencia, te satisface plenamente o no. Conciencia creada normalmente a partir de la educación recibida, entorno familiar, etc. Si te satisface no atentar contra ella, pues de eso se trata, de sentirse satisfecho.
Si por el contrario, si no te satisface, tanto el respetarla como el quebrantarla, entonces ahí hay un problema. Seguramente que la formación de esa conciencia es artificiaL; antinatural.
Un beso
Felizahora:
¿Y qué otra cosa que no fueran experiencias personales podría contar? Este blog nació con esa idea; comunicar de corazón a corazón. Nunca lo hubiera abierto para enrollarme con cualquier tema; no hubiera encontrado motivación en este último caso.
Un abrazo
Marzo 6th, 2007 a las 13:10
Paula:
Es imposible sentirse más libre que cuando estás disfrutando de la verdadera libertad; es que sería en caso contrario algo absurdo Si se tiene esa sensación que apuntas, es que es una libertad fabricada por nosotros, en nada, pero en nada comparable a la verdadera Libertad. Una libertad con la que nacimos y que por tanto, nuestro corazón y solo él será capaz de reconocer. Nuestra mente solo sabrá reconocer los seudónimos de libertades que ella misma ha fabricado.
Así que, echémosle una ojeada a nuestro corazón que por ahí debe andar esa libertad de la que hablo, a partir de la que poder establecer esos límites.
Un beso
Marzo 8th, 2007 a las 13:52
Julio, no crees que todo es causa de la educacion que hemos recibido???
Has leido 1984???…todo el mundo pensaba que era asi como habia que actuar, y como habia que vivir…yo como sorrow necesito de vez en cuando saltarme a la torera alguno de esos limites, aunque sea para demostrarme que puedo pasar de ellos de vez en cuando.
un abrazo
Marzo 8th, 2007 a las 15:01
Los límites nos los marcamos nosotros, siempre, sea por educación o por lógica personal. Si es por educación… tenemos raciocinio o de eso presumimos, por lo menos… creo que el conflicto surge cuando comparamos nuestra visión y la de los demás, en muchas ocasiones es cuando surge el problema real.
Un beso, guapetón.
Marzo 8th, 2007 a las 15:32
Rosita:
Claro que esos límites han sido conformados por la educación recibida, pero la pregunta sería: ¿me muevo a gusto entre ellos, libre? ¿Alcanzo la plena satisfacción?. Si la respuesta es sí, cosa que dudo, estupendo, no tengo por qué sobrepasarlos, porque perderé lo que más aprecio. Pero si la respuesta es negativa, los sobrepasaré y aparte del sufrimiento por ir en contra de esa conciencia conformada por otros, ni tendré límites ni encontraré la satisfacción.
Date cuenta que yo establezco esos límites a partir de la satisfacción alcanzada; de mi equilibrio, de mi armonía; de mi libertad, que son mi máxima aspiración. Siendo así, ¿cómo yo, conscientemente voy a sobrepasar esos límites? Sería como, gozando de buena salud y apreciándola, dijera: voy a envenenarme un poquito, a ver que se siente. ¡Sería absurdo!
¿Sabes?, es que leo poco. En mi descargo digo que es por mi mala memoria. De todas formas, me has intrigado con el libre ese. ¡VOY A LEERLO!. Se titula así, ¿no?, 1984
Un abrazo
Marzo 8th, 2007 a las 15:48
Conchi:
La cosa es saber si dentro de esos límites en nuestro comportamiento en las distintas facetas de la vida, sea como sea que hayan sido conformados, encontramos la satisfacción o no. Como he dicho antes, si no la encontramos vamos a sobrepasarlos y a sufrir por doble motivo. Primero, porque vamos a seguir sin alcanzar esa satisfacción y segundo por ir en contra de nuestras convicciones.
Moraleja: encontremos unos límites buenos, fiables, si no lo vamos a pasar mal.
Y ahora el rollo de siempre. Y existir existen y no andan muy lejos de nosotros. Tal vez debiéramos preguntarle a nuestro corazón, chis pon
Un beso
Marzo 8th, 2007 a las 15:55
Esto es por que…
Aquello era por que…
Lo de más allá fue por que…
Y no nos olvidemos de las afamadas culpas del maestro armero. Pues hablando de lecturas sugiero la carta que circula ahora mismo por el “internés” atribuida a Gabriel García Marquez en su enfermedad terminal
Ya no pone escusas, no más pañitos calientes, tan solo se lamenta de que no se le regalen (literal) más “trozos de vida”
La felicidad nos desnuda: O bien la estás sintiendo ahora, o bien no la estás sintendo ahora
Marzo 8th, 2007 a las 17:53
Felizahora:
Se me va a acumular la lectura.
Y si la felicidad, de la buena, la estás sintiendo, creas una fortaleza a su alrededor, marcas unos límites, que te cuidarás muy mucho de sobrepasarlos.
Un abrazo
Marzo 8th, 2007 a las 22:37
Eres feliz cuando posees un bien que te satisface, pero este bien es caprichoso y está sujeto al tiempo y al espacio, y al egoismo ahora me gusta esto a por el, encuentro otro distinto, olvido y marcho con el último objeto de felicidad sin mirar hacia tras.
¿La felicidad es mia o tengo que compartirla?
Un abrazo
Marzo 8th, 2007 a las 22:56
Nina:
Para mí, la felicidad es algo mucho más estable, más duradero. Lo que tu apuntas yo lo denominaría contento.
Y cuando la sientes, te borras; tu ego desaparece, así que no puedes retenerla. Y sin proponértelo, la compartes.
Un abrazo
Marzo 9th, 2007 a las 11:21
Yo tengo una vara para medir mis limites y esta es no hacer a los demás lo que no quiero de ninguna manera que los demás me hagan a mi.
Un abrazo (dentro del límite):):):)
Marzo 9th, 2007 a las 12:56
Trini:
Pues mujer…, no siempre lo que no nos gustaría que nos hicieran a nosotros, tiene por qué disgustar a los demás.
En cuanto al abrazo, en estos no hay límites. ¿Tu sabes que hay abrazos en los que el tiempo se detiene? ¿Y si el tiempo se detiene, sientes lo que es la eternidad?.
Un abrazo a tu medida
Marzo 9th, 2007 a las 15:14
A mi me toca muchas veces replantearme esos límites, porque los pierdo, los cedo, y después me cuesta ubicar mi espacio. Siempre me ha parecido muy importante saber disfrutar de la libertad y saber dónde está.
Un abrazo enorme
Marzo 9th, 2007 a las 15:32
Isthar:
Si se tienen, se pueden perder. Lo importante es saber qué o quien los marca, porque cuanto más apreciemos este qué o quien, más dificil será que los sobrepasemos. Si los marca nuestra libertad, dependerá entonces lo que apreciemos ésta y lo a gusto que nos sintamos en ella
Un fuerte abrazo
Junio 18th, 2010 a las 14:06
[...] explicaros el por qué de esta decisión, he pensado que nada mejor que reeditar el post “Nuestros límites” que publiqué con fecha 5 de marzo de [...]
Junio 18th, 2010 a las 18:34
Acepto Julio, y me alegra poder decirlo!!!
Un abrazo a tu medida y que goces plenamente de tu Libertad!!!
Lidia
Junio 25th, 2010 a las 23:35
A disfrutar de la Libertad!!!
Un fuerte abrazo…otro para Angelines!!!!
Silvia Cristina…sencillamente feliz…disfrutando de la Libertad!!!
Junio 26th, 2010 a las 15:47
Lidia, Silvia:
Gracias a las dos. Os tengo por unas buenas amigas
Un abrazo