Montones de preguntas
Este es el título del último post de mi amiga Brisa: Montones de preguntas. Y claro, como somos nosotros los que las fabricamos, los que nos las formulamos, debemos ser nosotros los que les demos respuesta. Pero, ¿dónde está el límite a nuestras preguntas? ¿Acaso lo hay?.
Es como si condujéramos el coche por un camino vecinal o carretera secundaria, toda ella llena de baches, en la que apenas hemos sorteado uno, aparece el siguiente y así kilómetros y kilómetros, cuando de pronto vemos un cartel que indica: “CARRETERA SIN BACHES”
A la vista de ese anuncio tenemos dos posibilidades: o bien hacerle caso, o bien seguir por el camino que estamos siguiendo, por el que, a las alturas de recorrido que llevamos, tenemos pocas esperanzas de que cambie.
¿Vamos a leerlo y sonreirnos como diciendo?: A mí me vas a decir por donde ir. En ese caso, sí, te vas a reir, pero vas a seguir sufriendo la incomodidad de los baches. O por el contrario, ¿vamos a permitir que nuestra infalibilidad conceda un pequeño margen a la duda y le permita admitir la posibilidad: Sí, por qué no?
Yo un diá caminaba por ese camino de las preguntas y respuestas y vi el cartel: “RUTA SIN PREGUNTAS”. Cambié de dirección; seguí ese camino y mira por donde me encontré con la Gran Respuesta en la que no tienen cabida, porque no se formulan, todas esas preguntas anteriores.
Cuestión de elección. Para eso somos libres.
Enero 26th, 2007 a las 7:45
Hola, “pa” mi que Brisa expresa (y francamente bien por cierto) un estado de ánimo que es normalísimo en nosotros
Y la última de sus preguntas, la vieja cuestión de la muerte, puede ser en el fondo el meollo del asunto, porque claro, somos unos seres muy conscientes de que la vamos a palmar; y digerir eso… tiene “tela”
A lo práctico. Un poquito de paciencia (poca en realidad), y todas mis preguntas sobre la muerte y sus cuestiones aledañas quedarán perfectamente resueltas, eso fijo. Por ejemplo: ¿existe un Paraiso postmortem?
Y ya que estamos, ¿existe un Paraiso en nosotros?; muchos dicen que sí.
Enero 26th, 2007 a las 8:39
Obtener las respuestas sin hacernos las preguntas…las experiencias, los sentimientos, las vivencias,…nos dan esas respuestas, y, por mucho que adelantemos las preguntas, la contestación llega cuando llega: ni antes ni después.
Un beso, guapetón.
Enero 26th, 2007 a las 9:24
Filosofando, por mucho que filosofar sea humano, no sacaremos nada en claro eso desde luego, tan solo opiniones o si me apuras creencias
Pero las opiniones y desde luego las creencias están estrechamente correlacionadas con hechos que se regulan por el mero azar. En qué latitud nacimos, en qué longitud, en qué siglo…
En cambio cuando experimentas, sabes, entonces sí que sabes
Enero 26th, 2007 a las 11:18
Libre es la palabra que expresa el momento, en que dejas de ser preso del enemigo interior. Hoy no soy ni mucho menos, libre.
Enero 26th, 2007 a las 12:18
Oh “infinito”, pero ¿quieres?
Enero 26th, 2007 a las 12:50
Juan Ramón:
¡Qué bien lo expresas, coño! Siempre estamos en lo que no debemos estar. Como bien dices, nos planteamos lo del paraiso futuro, pero ¿nos preocupamos acaso de si existe ahora, en este momento?. Porque, efectivamente hay gente que dice que sí. Pues, ¡vayámos a por él!
Yo es que te lo digo francamente: no dedico un segundo a pensar en lo que pueda ocurrir una vez muerto. Me ocupa todo el tiempo intentando disfrutar de ese paraiso que tengo aquí y ahora
Un abrazo
Conchi:
Es que la contestación no tiene que llegar porque ya está ahí; está en nosotros y es independiente de nuestras vivencias y experiencias. Es universal y común para todos. ¡Qué bien, ¿verdad?, así no hay discriminacion alguna.
Un abrazo
Enero 26th, 2007 a las 13:00
Infinito yo:
Yo definiría libre, no como una palabra, sino como un sentimiento inexplicable con palabras, que se manifieata cuando contactamos con esa libertad que yace en nuestro interior y que está esperando ser descubierta.
Y el hecho de no sentirte libre en estos momentos, puede hacer pensar de que puedes conseguir lo contrario. Cuestión de proponérselo y “hacer oreja”
Encantado de tu visita. Espero corresponderte.
Un saludo
Juan Ramón:
Quedamos que el pago era por colaborar, no por número de comentarios, jajajaja.
Como te dije, eres bienvenido, elevas el nivel y en fín, espero que sigas colaborando.
Un abrazo
Enero 26th, 2007 a las 15:49
Cada uno es libre siempre en cierta medida, y podríamos hablar también largo y tendido acerca de hasta qué punto lo somos o estamos condicionados, pero es otro tema.
Yo elijo, está claro, hacerme o no preguntas. Pero el camino que para mi no tiene preguntas no entraña una gran respuesta, claro que digo y especifico para mi, porque es posible que para otros sí exista.
Para mi, como te he comentado en mi blog, se trata de un camino elegido, preguntarme siempre, pero aprendiendo de cada búsqueda sin frustrarme por no hayar las respuestas que busco o no encontrar ninguna.
Un abrazo
Enero 26th, 2007 a las 17:37
Isthar:
Volvemos a lo de siempre. Si hablamos de libre en cierta medida, es que ya no somos libres. Libre es ser libre totalmente, sin ningún condicionante. Se podrá decir que no soy libre para circular por la izquierda, por ejemplo, pero es que yo no quiero circular por la izquierda.
Y en cuanto al tema de la Gran Respuesta que menciono, el disponer de ella no impide que se entre en el “juego” de tantas preguntas y respuestas como queramos hacernos. Lo que si nos servirá el disponer de ella, es que, si no encontramos respuestas a nuestras preguntas y esto nos hace sufrir, en esa Gran Respuesta encontraremos la comprensión necesaria para evitarnos ese sufrimiento. Pero, por supuesto, una cosa no excluye a la otra.
Hay mucha gente que sufre y llega a la depresión por entrar en ese bucle de preguntas y respuestas y no saber como salir de él. Y no me refiero solo a preguntas transcendentales, sino a las de menor transcendencia. A estas personas les vendría muy bien disponer de esa Comprensión que proporciona esa Gran Respuesta.
Un abrazo
Enero 28th, 2007 a las 18:14
Bueno, estoy de acuerdo con tu manera de verlo, en el sentido de que aparece la gran respuesta a tus problemas, pero para cada uno es distinta y lo que para tí sea una gran respuesta, para mí no lo sea.
Compaginar tu respuesta con la de los demás es lo complicado, lo arduo, lo difícil.
Al final es lo que hay que hacer para que haya una relación personal, porque nos convertiríamos en personas solitarias que van por la vida.
Mientras a mí no me haga daño tu respuesta, la tuya, la que va intrínseca a tu ser, todo irá bien, sin tratar de cambiarla.
Besitos
Enero 28th, 2007 a las 19:49
Buho:
Tú, cuando te sientes bien, digamos plena, que das besos a lo que tienes más cerca, en una palabra, que amas ¿tú crees que ese estado puede confrontarte con alguien? ¿Que te está enfrentando a alguien?
El amor, no es cosa de religiones que crean dioses que, éstos sí, se enfrentan y en su nombre se mata. El amor, cuando se siente, lo reconoces sin dudar y sientes que une, o al menos, nunca es motivo de confrontación.
Besos
Enero 29th, 2007 a las 23:03
Pues gracias a tí Julio y a todos porque con vuestras respuestas me siento más cerca de las mías.
Juan Ramón, ese post nació de un sentimiento por algo que me ocurrió, me preguntaba esas cosas e incluso al final cuando hablaba de la muerte lo hacía en ese termino en el sentido de si después de la muerte hay otras vidas y otras muertes, de alguna manera lo sigo reflejando en el siguiente, es cierto que la muerte es la gran incognita, creo que a veces tenerla presente nos ayuda a vivir más intensamente la vida. Tuve suerte y encontré las respuestas que buscaba, pero seguramente si me hiciera las mismas preguntas mañana, las respuestas podrían ser diferentes.
Me ha gustado sentirme parte de esto..gracias y muchos besitos para todosss )
Enero 30th, 2007 a las 6:33
Brisa:
Mientras esa preocupación por mis posibles vidas anteriores y mis posibles vidas futuras, no me haga desviar el foco de atención sobre esta que tengo AQUI Y AHORA y pierda su disfrute, pues todo estará bien
Muchos besos para ti, Brisa
Enero 30th, 2007 a las 10:32
La muerte individual es una condición técnicamente imprescindible para que se pueda expresar la vida en un entorno de recursos finitos.
Imagina, imagina por un instante solo, que todo lo que naciera en este pequeño planeta tierra siguiera vivo para siempre… PUFFFFF
Nuestro instinto de conservación es otra condición técnicamente necesaria para la propia supervivencia de nuestra especie. Imagina, imagina también por un instante solo, que no lo tuviéramos y que la muerte no nos horrorizara de forma instintiva… PUFFFF
El deleitarnos por el hecho mismo de vivir es en cambio, tan solo, una posibilidad individual. Ya perdonarás, pero uno “es de ciencias”