En tu interior

Dedicado a una persona a la que aprecio y que tiene sus miedos

Pienso que el miedo hace que se produzca con más facilidad el hecho que nos provoca el miedo.

Me explico: si una persona tiene miedo a los perros y pasa junto a uno de ellos y éste le ladra, esta persona se sobresaltará, y hará seguramente un movimiento extraño, lo que puede provocar a su vez una reacción inesperada del perro.

Otro escenario: una persona cualquiera, pero a la vez única, como somos todos y cada uno de nosotros, con la naturalidad y forma de ser con que la ha dotado la Naturaleza, ha obtenido un grado de aceptación determinado entre sus amistades. Incluso, alguna de ellas, puede sentir una atracción más acusada que el resto hacia ella. Pero ¡OJO! No olvidemos que esa aceptación o atracción la ha conseguido por su COMPORTAMIENTO NATURAL, por mostrarse tal cual es.

A ese mismo escenario de relaciones de amistad, llega otra persona, otra chica o chico y la primera al verla se dice: ¡Huy!, me parece que ésta me va a robar la atención que ese chico/a muestra por mí. Y empieza a adoptar una actitud que no es normal en ella, intentando imitar tal vez a la otra.

MALO…, ha dado entrada al miedo y eso seguramente va a provocar aquello que quiere evitar. ¿Por qué? Pues porque a partir de ese momento va a perder su naturalidad. Va a actuar sin esa naturalidad que le había granjeado las simpatías, la aceptación y la atracción de sus amigos y de esa persona en particular. Ya no verá ésta en ella, aquello que fue motivo de su atención. Verá otras caras, otras miradas, otra forma de actuar, que le harán decir: esta no es aquella que me había atraido.

Moraleja: No pierdas el contacto con tu naturalidad. Además es muy fácil pues se encuentra en tu interior.