Acerca de la vida
Si alguien, hace un tiempo, me hubiera preguntado lo que pensaba acerca de la vida, seguramente le hubiera hablado de lo que conocía sobre ella: que un día vienes a este mundo, con mejor o peor fortuna dependiendo de los factores que todos conocemos: lugar de nacimiento, padres, estrato social, etc.; más tarde y ya hablando en primera persona, vas al colegio, tus padres se esfuerzan para que continúes estudiando a fin de que tengas un futuro más cómodo del que han tenido ellos; acabas los estudios; empiezas tu vida laboral… Hasta aquí hubiera llegado mi relato; otros tal vez lo hubieran continuado con que: te casas, tienes hijos; haces con ellos algo similar a lo que tus padres han hecho contigo……
Si en fechas posteriores a la de interrupción de mi relato, alguien me hubiera hecho la misma pregunta, lo primero que le inquiriría sería: ¿a qué vida te refieres?, a ¿Vida con mayúscula o vida con minúscula?. Seguramente no sabría qué responderme y le tendría que explicar que en un momento dado de mi vida, alguien se cruzó en mi camino y me hizo ver que en esa vida que estaba llevando, había la posibilidad de conocer otra Vida, pero ésta con mayúscula, que no tiene nada que ver con la primera.
Diciembre 20th, 2006 a las 4:48
Me pregunto si se cruzó de casualidad o si estabas buscando algo. Que te estaba pasando para que ese encuentro se hciera posible.
Hoy estoy curiosa.
Besos
Diciembre 20th, 2006 a las 7:01
Patricia:
Me alegro de que esa manita derecha ya funcione, porque es así, ¿no?.
Pues en realidad buscar, buscar, conscientemente no lo hacía, entre otros motivos porque no hubiera sabido como y donde buscar. Ahí tendría, me figuro, ese anhelo del corazón insatisfecho, porque feliz en ese tiempo no era, cuando llegó a mí esa invitación para asistir a una conferencia en la que se habló sobre esto que podéis estar leyendo en el blog.
Como relato en la portada del blog, fue automático. Me hubiera gustado tener una foto de mi cara antes y después de la conferencia, aunque me las imagino: hubieran reflejado la diferencia entre un hombre sin ilusión, apagado y un hombre vivo, ilusionado como un niño.
Y así, de esta forma tan simple, fue como ocurrió el milagro, porque eso sí que fue un milagro.
Me alegro de que te vayas recuperando y te deseo que pases unas felices fiestas en compañia de tus seres queridos.
Un abrazo