¡Feliz domingo!
Esta mañana, hemos salido a pasear mi mujer y yo. Hemos comprado la prensa y nos hemos acercado hasta el parque. Al poco ha aparecido una de mis hijas montada en su bicicleta y los signos de alegría que hemos manifestado una y otros han sido como si no nos hubiéramos visto hace tiempo, cuando hacía escasamente media hora que esto había ocurrido.
Sentados en un banco leyendo la prensa y de pronto ella se me abraza y me dice: ¡Haayy!, es que necesito abrazarme a alguien; ¡estoy contenta!. Yo le he respondido que eso mismo me ocurrió a mí en tiempos y que por eso, por esa necesidad de compartir mi contento con alguien, fue por lo que decidí unirme con su madre.
Hemos seguido hablando sobre que ese sentimiento te desborda, sobre esa necesidad de compartirlo, sobre que por eso fueron llegando sus hermanos y más tarde ellas, porque había para todos y más, y también sobre que ese sentimiento es algo como tangible, que sientes que lo posees, que no es fruto de una ilusión, fruto de un sueño o un proyecto futuro, que en cualquier momento se pueden quedar en nada, sino que tiene como existencia propia.
Esta conversación, acompañada de las consiguientes miradas de complicidad, de comunión mutua, ya os podéis imaginar adonde nos han transportado; a un lugar donde quisiéramos permanecer para siempre.
¡Feliz domingo a todos/as!
Septiembre 24th, 2006 a las 20:37
Qué bonito… que bello es sentirse así, sonreir a la vida, por vivir, por estar, por sentirse parte, por participar y compartir.
Que se repitan muchos domingos como este.
Un abrazo.
Septiembre 24th, 2006 a las 22:38
MaRioSe:
Gracias por tus deseos. Yo te deseo asimismo, que tengas muchos días en que te sientas viva; que sientas la vida y puedas compartir esa vivencia con los que te rodeen.
Un abrazo
Septiembre 25th, 2006 a las 16:40
Y es cierto que, a veces, la felicidad parece masticarse de tan espesa que es. Ojalá lo sintiesemos más a menudo…
Me alegro de tu felicidad
Un abrazo
Septiembre 25th, 2006 a las 19:45
Trini:
Gracias y un abrazo