En tu interior

Prem Rawat-Maharaji me ayudó a encontrar en mi interior, lo que siempre estaba buscando en el exterior

La sed

Archivado en: Prem Rawat - Maharaji — Julio a las 9:24 pm el Lunes, Junio 19, 2006

Todos buscamos algo, deseamos algo, pero ¿qué es? Algunos lo llaman éxito, otros paz, o amor o serenidad…Pero, de hecho, es todo lo mismo. ¿Por qué, entonces le damos tantos nombre?. Porque anhelamos algo, pero no sabemos qué. Si lo que nos falta es amor, eso es lo que buscaremos; si tenemos problemas o confusión, buscaremos paz. ¿Pero qué nos pide el corazón? Que calmemos ese anhelo interior, que saciemos esa sed que tanto tiempo llevamos sintiendo. Y no es una sed creada; ya la tenemos.

Esta existencia encierra, junto a la sed de plenitud, algo que puede saciarla. Existe el deseo de alegría y existe la alegría: existe el anhelo de serenidad, y también la serenidad. Todos tenemos sed, y aunque la ignoremos, la hemos sentido desde muy pequeños. Lo único que hemos deseado siempre es calmar esa sed y sentirnos plenamente satisfechos.

Alguien me preguntó hace poco cuál era la diferencia entre el deseo y la sed. Nos pueden disuadir de un deseo pero no de la sed; esa es su naturaleza. Querer un automóvil nuevo es un deseo del que se me puede disuadir, pero nadie puede disuadirme de la sed que siento; tengo que calmarla. No es algo discutible, sino que es cuestión de satisfacerla.

Quiero paz, quiero esa felicidad innata que no está sujeta a altibajos. Esa clase de paz, esa clase de felicidad que busco, existe. Lo que mi corazón anhela es alcanzable. Esta sed de paz es innata, y cuando se hace palpable en mi vida, no hace falta que nadie me pregunte si quiero paz, porque ya la he sentido, ya sé que la quiero. Es como el sediento en medio del desierto que grita: ¡agua, agua…! Pero lo bueno de esta clase de sed es que el agua que la sacia se encuentra en nuestro interior, y también el método para saciarla.

La sed es lo que nos impulsa a buscar el Conocimiento, una forma de ir adentro, de reducir un poco la velocidad y sentir lo que hay en nuestro interior. Y cuando lo encontremos, sabremos que nuestra sed se ha calmado; no es que nos sugestionemos o lo imaginemos, sino que tendremos la certeza, porque es una experiencia real que se asienta en los cimientos de nuestro ser.

Afortunadamente, esa sed es tan intensa por naturaleza, que nunca desaparece, nos acompaña a lo largo de nuestra vida. Sin esa sed, no nos habría interesado ni un juguete. Es esa sed la que nos impulsa a ir a la Luna, la que mueve el mundo. Cuando saciamos nuestra sed, el resultado es una paz incomparable, una paz sin igual.

Prem Rawat-Maharaji

La negrita es mía

Conocimiento: algo que imparte Prem Rawat y que tal como se dice anteriormente, es una forma de ir a nuestro interior y ver qué hay en él

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