En tu interior

Prem Rawat-Maharaji me ayudó a encontrar en mi interior, lo que siempre estaba buscando en el exterior

Cuento 1

Archivado en: Cuentos — Julio a las 3:41 pm el Martes, Abril 18, 2006

Un extraño Pais

He rescatado este cuento que en tiempos escribí para mis hij@s. En el mismo he querido, de alguna forma, reflejar como fué mi encuentro con Prem Rawat, dado que cuando le conocí, él era apenas un niño de quince años. Por otra parte, al escribirlo, quise también que mis hij@s empezaran a oir acerca de su mundo interior y de todo lo que él esconde.

Los dibujos son de una amiguica, Macu, que algo sabe también de esos mundos interiores.

Vamos con el cuento:

Existía una vez un extraño país llamado Tierralandia. Vivían en él muchos, muchos hombres, que tenían muchos, muchos reyes; todos eran reyes. Reyes con sus reinos, reinas, sus princesas, príncipes y sus súbditos. Para cada rey, los demás habitantes eran sus súbditos. Y así claro, ya os podéis imaginar la de líos que se armaban: que si tu eres mi súbdito; no, que soy tu rey. Las reinas, por otra parte, apoyando a sus reyes: el rey eres tú; no, que es este: no, que es este otro; un caos. Y por motivos así, se sucedían las guerras. Siempre estaban en guerra.

Los principitos, viviendo en este ambiente, no es de extrañar que desde muy tierna edad, sintiéndose atraídos por lo que hacían sus mayores, empezaran a pelearse entre ellos.

Y así, años y años pasaron sin que nadie pusiera fin a aquella situación, hasta que un día…..

Y fue un njño….

- Pero, ¿Qué hacéis? ¿Por qué estáis peleando?
- ¡Lárgate niño! ¡Déjanos en paz!, ¿No ves que esto es cosa de hombres?

El niño no entendía y le preguntó a un principito el por qué estaban luchando.

- ¡Bah!, no es nada; es por sus reinas. Uno dice que su reina es la más guapa, y el otro dice lo mismo; pero no te preocupes, siempre están peleando. Cuando no es por una cosa es por otra. Y el principito le contó al niño lo que sucedía en aquel país.

-Me gustaría ayudarles a conseguir la paz, dijo el niño.

- ¿Paz?, ¿Qué es paz?
- Pues paz es….. lo contrario de guerra.

El principito no entendía lo que quería decir el niño.

- Y tú, ¿de dónde vienes?, le preguntó.
- Yo vengo de otro reino…..
- ¡Ah!, tú también…..
- No, no, dijo el niño. Vengo de un reino sin reyes. Es solo reino. Reino donde reinas sin ser rey. Es muy difícil de explicar, ¿sabes?. Si vivieras en él, lo comprenderías

- Y, en ese reino, ¿no hay guerras?
- No, no hay guerras
- ¿Y hay príncipes con los que jugar?
- Hay miles de príncipes con los que jugar
- ¿Y de verdad no hay guerras? – el principito se extrañaba.
- De verdad no hay guerras, le aseguró el niño; solo hay paz, mucha paz. Y armonía, música…..
- ¿Música?, ¿qué es música?
- Pues….. música. Y fuentes, muchas fuentes
- Me gustan las fuentes.
- Fuentes de agua de todos los colores y sabores. Y soles, muchos soles.
- ¿Muchos soles?. Me estás engañando.
- Y ríos plateados, montañas doradas, y….- el niño le iba describiendo al principito todo lo que había en aquel reino fantástico.
- Yo quiero verlo, ¿dónde está?
- Está muy cerca de aquí – contesto el niño.
- ¿Cerca de aquí? Cerca de aquí vive el rey Ego I.
- Más cerca, más cerca.

- Más cerca vive el rey Ego II
- Más cerca, más cerca.
- Me estás engañando – dijo el príncipito, que tenía bien recorridos todos los alrededores, y no conocía ningún reino como el que describía el niño. Por aquí no existe ese reino.
- Sí que existe. ¿De verdad quieres verlo?
- ¡Sí, sí quiero, sí quiero!
- Mira: está dentro de ti.
- ¿Dentro de mí…..?
- Sí, ese reino está dentro de ti: mira….
- ¡Oh!, exclamó el principito: es verdad!.¡Es verdad, lo de los soles y las fuentes y la música! Y hasta pájaros…. Y campanas, y rios….
- Sí, era verdad
- ¿Te gusta?

El principito no respondió. Estaba viajando por aquel reino infinito.

***
***

– ¡Eh, oye, despierta!

– ¿Qué, qué pasa?
– Oye, ¿te gustaría ayudarme? ¿Quieres ayudarme a traer la paz a este país?
– ¿La paz? ¡Ah sí! La paz; no es guerra. Si claro que me gustaría, pero ¿cómo?
– Es muy fácil. Solo tienes que decirle a la gente lo que has visto dentro de ti; háblales de ese reino
– ¿Solo eso?, no me creerán
– Inténtalo.

- Sí, lo intentaré; les hablaré y les diré….

Y el principito marchó todo entusiasmado, deseoso de ayudar a toda esa gente que por tanto tiempo había estado sufriendo.

- Les contaré…..las fuentes, los soles….., las montañas….

¿Lo conseguirá?

Vosotros principitos, si alguna vez le veis, deberíais ayudarle a conseguirlo y él, a cambio, os mostrará ese país maravilloso que por lo visto existe dentro de vosotros. ¡Ah, y también dentro de mí!. A ver, a ver…¡Ah, pues sí!, ¡es verdad!; ¡es fantástico!: Soles…., fuentes…,música…., montañas….., rios…., soles…..

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