En tu interior

Prem Rawat-Maharaji me ayudó a encontrar en mi interior, lo que siempre estaba buscando en el exterior

Falsas expectativas

Archivado en: Desclasificados — Julio a las 10:58 pm el Sábado, Febrero 4, 2006

Escribo este post recien producido el hecho que ha dado lugar al mismo

No se si os he hablado alguna vez de Maharaji, creo que sí. Tal como describo en la portada del blog, alguien, hace ya bastantes años, me habló de él y a partir de ese momento mi vida cambió totalmente.

Desde entonces surgío en mi la necesidad, no impuesta, sino libre, de que al igual que hicieron conmigo, hacer llegar su “mensaje” a otras gentes, por la posibilidad de que en algun@ de ellas surtiera el mismo efecto que en mi.

En esa dinámica estaba, pero tenía una asignatura pendiente, tal vez por el que dirán, o influenciado negativamente por alguien y es que a aquellos más próximos a mí, mis prójimos, no les había hablado nunca del tema. Estos prójimos a los que me refiero serían mis hermanas y mis vecinos; hasta que hace unos dias….

Aquí en Zaragoza, como en otras ciudades de las que podéis saber si pinchais en Maharaji 2, organizamos periódicamente eventos consistentes en la proyección de videos sobre conferencias que ha dado Maharaji en distintos foros: universidades de Salamanca, Oxford, Parlamento de Roma, sede Naciones Unidas en Bangkok, Forum Barcelona, etc. Así que programamos una proyección en un Centro Civico próximo, e invité dejándoles en el buzón una tarjeta personal, a los 112 vecinos que conformamos la Urbanización. Aparte realizamos otro tipo de promoción.

Y aquí viene mi reflexión o reproche de que: ¡como puede pasarme esto a mí!. pues resulta que yo que hablo constantemente de no a las ilusiones, que hay que vivir en la realidad, me había creado unas expectativas de asistencia, que luego no se han visto cumplidas ni de lejos; humanos que somos.

Enseguida he encontrado el consuelo diciéndome que en mi mano está el hacer llegar a la gente la posibilidad de escucharle, pero el que vayan o no, ya no está a mi alcance; no depende de mí. Lo que nunca me hubiera perdonado es que, por aquello del qué dirán, o por cualquier otra consideración, no hubiera dado el paso que he dado.

Así que aquí me tenés otra vez, fresco, buscando algún prójimo a quien invitar al próximo evento

Un abrazo a todo@s, ¡ah! y quedáis invitad@s

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