De espaldas a la vida
Hace unos días entré en uno de mis enlaces y en la portada leí lo siguiente:
La vida es aquello que va sucediendo mientras tú te empeñas en hacer otros planes (John Lennon)
No podía haberlo expresado mejor.
Vivimos de espaldas a la vida, es decir no estamos fluyendo, no estamos en sintonía con ella; no estamos viviendo la vida. Y si es así, ¿qué estamos viviendo pues? ¿Estaremos viviendo acaso la muerte? Qué triste, ¿no?, que nos estemos perdiendo todo lo que la vida posee: amor, paz, armonía, plenitud, felicidad. Podéis imaginaros el capital de la muerte: ausencia de todo esto
Y lo curioso es que teniendo la vida tan cerca de nosotros, la llevamos en nuestro interior, nos vayamos en busca de la muerte. Salimos del cascarón y enseguida deseamos alcanzar todo lo que se pone a nuestro alcance; así nos han educado.
Habrá que buscar algún maestro que nos enseñe a dejar en un segundo plano nuestros planes y a enfocarnos en lo que va sucediendo.
¡Seguro que los hay!
Diciembre 10th, 2005 a las 13:37
Hola Julio,
demasiadas metas por alcanzar, la avaricia por querer ser mejores nos pierde en muchas ocasiones, cuando se nos tuerce algo en el camino de nuestra vida nos echamos las manos a la cabeza y ahí apreciamos lo que tenemos y lo que queremos parece que en ese momento puede esperar.
Besos
Diciembre 10th, 2005 a las 13:47
Si, es como si quisiéramos trazar nuestro destino sin saber que el Destino nos tiene reservado algo mucho más bonito de lo que podíamos imaginar. Pero para ello, debemos dejarnos llevar; ponernos en punto muerto.
Como ves, al tener pocas visitas, las atiendo enseguida
Besos
Diciembre 11th, 2005 a las 10:33
El problema es que lo piensas una vez, pero pronto vuelves a centrarte en tus planes de nuevo y lo olvidas, tampoco el mundo te deja olvidarte de ellos…
Un saludo
Diciembre 11th, 2005 a las 13:59
Hola Azusa
Pues habrá que revisar de vez en cuando nuestros planes a ver adonde nos llevan y olvidarnos un poco del mundo y centrarnos en nosotros.
Encantado de recibir tu comentario
Un saludo
Diciembre 11th, 2005 a las 22:33
yo pienso, Julio, que para esto no hay maestros, que no puede haberlos. Pienso que cada uno de nosotros lo somos para nuestra propia vida. Sólo que a veces, muchas veces, nos olvidamos de lo que conocemos y desviamos el rumbo… nos empeñamos en enmendarle la plana a la auténtica vida…
y hacemos planes
un beso!
Diciembre 12th, 2005 a las 7:58
¡¡Alto el carro!!. Yo no voy en busca de la muerte. De joven quería avanzar más deprisa, y ahora que soy viejo quiero avanzar hacia atrás. Voy caminando de espaldas y así deshago el camino recorrido.
Un saludo.
Diciembre 12th, 2005 a las 11:01
Hola Almena
Maestros me refiero en el sentido de alguien que nos recuerde algo, porque como tu bien dices, nos olvidamos. No que nos enseñe nada, aunque lo de autodidactas…. Me viene a la memoria un niño que fué abandonado en la selva y al cabo de unos años lo encontraron. Pues bien, este niño andaba a cuatro patas, emitía gruñidos extraños, seguramente no sabía sonreír…. y todo porque no había tenido alguien que constituyera una referencia humana.
De todas formas, nadie mejor que nosotros mismos para examinarnos de vez en cuando; si suspendemos repetídamente y nuestra humildad lo permite, tal vez sería bueno cambiar de academia; no digo de maestro porque somos muy susceptibles a esta palabra.
Besos
Diciembre 12th, 2005 a las 11:05
Hola Jubilado
No me olvido del bucle del que espero que me guardes uno. Si no llega a funcionar, este otro sistema que apuntas, tampoco está mal; aunque si no hacia atrás del todo, al menos que lo podamos detener en el punto que nos interese. Ya hablaremos
Un abrazo
Noviembre 19th, 2007 a las 17:09
Qué hermoso camino has recorrido: Yo lo llamaría hoy; desaprender todo lo aprendido para conectar con la profundidad del Ser!!!!
Beso.
Lidia
Noviembre 19th, 2007 a las 20:55
Lidia:
Antes, no.
Lo bueno es que, al menos conscientemente, yo no buscaba nada, sino que Él vino a mí.
Y cambia el camino, ya lo creo que cambia pasar de recorrer uno sin ilusión a otro totalmente ilusionado; no por estar lleno de ilusiones sino por estar lleno de alegría.
a partir de ahí, empece a hacer honor a mi apellido: Alegre
Un beso