Reflexión
Hablamos muchas veces de los seres queridos, de lo que puede suponer o nos ha supuesto la pérdida de alguno de ellos. Y se me ocurre la siguiente reflexión: si todos los seres nos fueran queridos, acusaríamos menos esas pérdidas singulares ¿no?, pues nos quedarían otros muchos seres a los que poder seguir amando.
Enero 29th, 2007 a las 15:15
Sólo aumentaríamos el número de las pérdidas singulares, ¿no crees?. Cada persona querida que perdemos es un dolor, da igual la cantidad de ellos que tengas.
Un beso, guapo.
Enero 29th, 2007 a las 15:34
Conchi:
Cuando digo todos, quiero decir TODOS los seres humanos. De no morirse todos a la vez, cosa un poco improbable, en cuyo caso me moriría yo también, siempre quedarían los suficientes a los que destinar nuestro amor.
Es que como esa gente que se jubila y entran en un proceso de depresión. Seguramente les ocurre eso porque tenían toda su ilusión, toda su vida depositada en su trabajo. Si hubieran tenido su dedicación más repartida: labores domésticas, familiares, afición al bricolaje o algo similar, seguramente no se hubiera producido esa sensación de que el mundo les fallaba bajo sus pies.
Un beso
Enero 29th, 2007 a las 17:01
Está claro, Julio, que siempre queda alguien a quien destinar nuestro amor. Pero es inevitable que la muerte nos arranque algo que nos deja un hueco que nada puede llenar, aunque nuestra vida siga adelante y sigamos amando. De todas formas, te habla una que aún no ha sufrido más que pérdidas que, aunque tristes, eran previsibles.
Un besote.
Enero 29th, 2007 a las 18:03
nadie puede llenar el espacio de otro, somos singularmente únicos, pero el hecho es que no asumimos la perdida como algo natural, ni la de la muerte ni la de la ausencia, pero si entregamos amor siempre estaremos vivos…y siempre habrá seres para amar, me gustaria amar más…no invertir tiempo en bajas pasiones….solo amar y querer….y flores y mariposas y primaveras y arcoiris..hasta quedar llena extasiada sin espacio para nada más
Enero 29th, 2007 a las 20:26
Paula.
Pero es que yo entiendo el amor, como algo que ama a todo lo que se le ponga por delante, es decir, no se trata de amar a alguien, sino de amar a todos. Del otro dependerá el recibirlo o no, pero darlo, es uno mismo el que lo controla.
Qué duda cabe que la pérdida de un ser querido nos deja ese hueco que dices, pero es que ese amor del que hablo, es también comprensión y aceptación, cualidades ambas que ayudan a que acusemos menos esas pérdidas que comentamos. No, por supuesto, a que no nos afecten nada.
Un abrazo
Enero 29th, 2007 a las 20:35
Da para pensar tu reflexión. Pero yo creo que lo que hacemos es acusar más la perdida, generalmente vemos lo que no tenemos, lo que tenemos nos damos cuenta, pero en esos momentos no hay balance suficiente.
Un besazo
Enero 29th, 2007 a las 20:53
Catalina:
Si el flujo de amor que sale de mí tiene varios receptores, qué duda cabe, que la ausencia de uno de ellos me va a afectar, pero el que haya otros destinatarios de mi amor, hace que siga sintiéndome vivo, porque amar es vivir. El dar amor, tal como dices, es la mejor medicina para mantenernos jóvenes, vivos. Y podemos amar todo lo que queramos porque esa fuente de amor es inagotable. Y además la tenemos tan cerquita….
Un abrazo
Enero 29th, 2007 a las 20:57
Gema:
Sí, tal vez se apodera nuestra negatividad, que nos hace ver nuestras carencias y sufrir, en lugar de ver lo que tenemos y disfrutar de ello. Y hasta el último aliento tenemos esa capacidad de amar, de recibir amor y de disfrutar.
Un beso
Enero 29th, 2007 a las 23:05
Que curioso, porque no te había leído hasta ahora y creo que hemos escrito de lo mismo como si hubiera contestado a tú post de alguna manera en el mío..
Es que las despedidas siempre son difíciles… con lo fácil que resulta amar
Besitos
Enero 30th, 2007 a las 6:27
Brisa:
La foto de tu post me ha recordado a esos misioneros/as que han dedicado su vida a los demás. Ellos podrían ser un ejemplo muy significativo para ilustrar lo que quiero decir con mi reflexión.
Me alegre tu visita
Un besito