En tu interior

Prem Rawat-Maharaji me ayudó a encontrar en mi interior, lo que siempre estaba buscando en el exterior

Lo que permanece

Archivado en: Prem Rawat - Maharaji — Julio a las 5:30 am el Sábado, Julio 22, 2006

Prem Rawat, también conocido por Maharaji, viaja por todo el mundo dando conferencias sobre lo que él llama el Conocimiento. Esto es un extracto de una de ellas:

La vida llega y se va, pasa muy rápidamente. El universo puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos. Nada permanece igual. Unos nacen y otros mueren; unos vienen y otros se van. Todo está en movimiento, todo cambia, hay cambios por todas partes.

El cuerpo también cambia día a día. La energía vital entra y sale de nosotros como un latido que impulsa nuestra existencia. Aunque mantengamos el cuerpo inmóvil, el vaivén de la respiración continúa, con todo su esplendor, su sutileza y su sencillez: es la vida en acción. El tiempo va dejando su huella en nosotros. Cada día que pasa, nos acercamos un poco más a lo inevitable, Pero también, cada día, recibimos un regalo.

Yo le recuerdo a la gente que la vida es lo más maravilloso que existe. Cuando aceptamos la vida sin reparos, todas las piezas encajan. Podemos recibir cada nuevo día con los brazos abiertos, porque cada día que llega encierra la posibilidad de la satisfacción plena.

Todo lo que ocurre tiene lugar en este momento que llamamos el ahora. Creemos en el mañana y vivimos para él, pero el mañana nunca llega. ¿Por qué? Porque en cuanto llegue mañana ya será hoy, será ahora. Por mucho tiempo que vivamos, siempre estaremos atrapados en el ahora. Nunca veremos el mañana ni el ayer; es físicamente imposible porque existimos en el presente.

Y sin embardo desconocemos este momento presente. No tenemos ni idea de dónde nos hallamos. Podríamos sentirnos muy a gusto ahora si dejásemos de esbozar el mañana y de retratar el ayer. Aquí, en este momento, la vida se encuentra inmersa en una maravillosa danza en honor a la belleza de la existencia, tan majestuosa, y tan sencilla.

Mi vida comenzó en el mismo instante en que nací, a pesar de que aún no tenía nombre, porque no sabían qué nombre ponerme. Ahí estaba yo, respirando, dándole la bienvenida al aliento, sin más.

Hoy la gente me valora por mis logros, pero siempre habrá alguien que me supere. Estoy de paso, no me quedo para siempre, y sin embargo, en mi interior, y en el interior de rodos nosotros, hay algo que sí permanece. Aunque lo único que llegara a ver en este viaje de la vida fuera eso que reside en mi interior, sería feliz. Habría merecido la pena venir.

Prem Rawat-Maharaji

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